"Necesitamos un 'plan B' para evitar atascos como los registrados este verano en la carretera de los Lagos", señaló José Antonio Sánchez Cueto, presidente de la Asociación de Empresarios de la Comarca de los Picos de Europa (Incatur), quien abogó por estar "preparados" para avalanchas turísticas como la ocurrida este año. Es un "asunto peliagudo", pero Sánchez Cueto cree que puede afrontarse, pues a través de la oferta de consultas turísticas de Incatur resulta posible prever, aproximadamente, cuántos visitantes se acercarán a la zona, "y así estar preparados".
Los problemas en el entorno de los Lagos comenzaron ya a finales del mes de junio. El plan de transporte estableció este año el cierre de la carretera a los Lagos durante el día, desde el 17 de julio hasta el 8 de septiembre. A cambio se fletaron lanzaderas turísticas (autobuses de pago) entre Cangas de Onís y los Lagos. La gran afluencia de visitantes provocó en junio retenciones en la carretera autonómica por la que se accede a los Lagos. Los problemas de tráfico se intensificaron en julio: hubo auténticos atascos. La aplicación del plan a los Lagos a partir del 17 de julio no solventó los problemas, porque de nuevo la enorme afluencia de turistas provocó colas interminables para coger los autobuses en Buferrera. Una situación que los empresarios turísticos no quieren que se repita porque genera una imagen muy negativa de la zona.
Visto lo ocurrido, el plan de transporte a los Lagos "se quedó corto", destacó el presidente de Incatur, quien señaló la necesidad de evitar tanto las caravanas como las "tremendas colas" para coger los autobuses del plan de transporte. Es verdad que la avalancha turística fue "una sorpresa", porque "veníamos de veranos con un nivel turístico bajo y nos cogió a todos a contra pie". Lo importante, ahora, es que esta situación no se repita el próximo verano, subrayó Sánchez Cueto.
El alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro (PP), coincide con Sánchez Cueto en la necesidad de abordar el problema. "Una vez que tengamos todos los datos y que se convoque la primera reunión para la implantación del plan de transporte en 2016 habrá que estudiar el número de usuarios, mirar los días en que hubo problemas y tomar decisiones", señaló. En su opinión, el plan a los Lagos se quedó "corto" este año. Y quizá haya que adelantarlo hasta primeros de julio, o mantenerlo más allá del 8 de septiembre "si hace buen tiempo". Es, en todo caso, un asunto "muy delicado", en el que confluyen muchos intereses, algunos de ellos contrapuestos, y que está condicionado "por el tiempo que haga". "Este año se colapsó la carretera a los Lagos y hubo que cortarla cuando no se aplicaba plan de transporte. Esto es algo que no debe de volver a ocurrir", indicó el Alcalde.
González Castro admitió que no resulta fácil hallar una solución, sobre todo por lo imprevisible de la afluencia turística a los Lagos. En su opinión todo pasa por aplicar el plan de transporte de manera "más flexible". Esto es, tener preparados más autobuses para la segunda quincena de agosto, cuando se registraron enormes colas de usuarios en los Lagos, y quizá "adelantar la aplicación del plan a primeros de julio, sólo si se hace necesario", pues "si hace mal tiempo el plan no hará falta", añadió.
"Lo importante es que cuando nos sentemos a organizar el plan de transporte para 2016 tengamos en cuenta los fallos de este año para buscar soluciones", subrayó el regidor, quien reclamó que la oferta de plazas en las lanzaderas turísticas pueda amoldarse, según las necesidades de cada momento, "a la demanda".
González Castro volvió a insistir en la necesidad de que una parte de los ingresos por la venta de billetes del plan de transporte debe repercutir en el Ayuntamiento. El organismo municipal únicamente ingresa los dos euros que se cobra a cada usuario que deja su vehículo en los aparcamientos de pago del plan de transporte (El Lleráu, El Bosque, Muñigu y El Repelao), pero eso es "lo comido por lo servido", porque hay que afrontar pagos "de personal, mantenimiento, luz, agua...". El Alcalde resaltó que en otras zonas de España, especialmente en otros parques nacionales, los ayuntamientos sí perciben una parte de los ingresos por las lanzaderas turísticas. "El Principado tiene que mojarse en este asunto y ser más claro", demandó González Castro.
