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Quitar el hambre en la noche de Cangas

"A nadie le gusta hacer pinchos para tirarlos a la basura", dice Nana Rodríguez, que deja en la terraza los que no vende en su bar para los más necesitados

María Fernanda Rodríguez Lastra ("Nana"), ayer, en su bar. J. M. C.

"A partir de esta noche en el Bar La Huera Rodríguez Lastra, los pinchos que nos sobren se dejaran encima de las mesas de la terraza para la gente más necesitada. Por favor corran la voz".

Ese fue el mensaje lanzado por María Fernanda Rodríguez Lastra, que regente un conocido establecimiento hostelero de la ciudad de Cangas de Onís, situado en la avenida de Castilla o Carretera de Cañu, el pasado sábado, 26 de septiembre. Desde entonces, los bocadillos han dejado de ir a parar a la basura y acaban en el exterior del bar, al alcance de aquellos que tienen pocos recursos.

Sin duda alguna, este gesto es una buena muestra de solidaridad con las familias más vulnerables de Cangas de Onís en estos momentos de crisis económica, ante la falta de empleo estable y toda vez que las listas del paro se han vuelto a incrementar una vez que ha finalizado la temporada estival.

"A nadie le gusta hacer pinchos para tirarlos a la basura. Unos días preparamos más y otros menos, pero siempre suelen sobrar", asevera María Fernanda Rodríguez Lastra, quien regenta desde hace año y medio, junto a su socio Jorge Díaz Sierra, dicho establecimiento hostelero en uno de los barrios de la urbe canguesa que más han crecido, en cuanto a residentes, en los últimos cuatro lustros.

"Vimos recientemente publicado en LA NUEVA ESPAÑA que el propietario de un par de cafeterías en Oviedo había decidido poner los pinchos que le sobraban a disposición de la gente más necesitada, una vez que cerraba, y por eso nos animamos a seguir esa iniciativa solidaria", explica "Nana", como la conocen sus convecinos en la ciudad canguesa.

Normalmente suelen finalizar la jornada laboral en torno a las 22:30 horas, momento en el que ponen los pinchos sobrantes del día, envueltos por unidades, en una de las mesas de la terraza del negocio a entera disposición de quienes se acerquen a cogerlos y los quieran. "Para nada buscamos publicidad, lo único que pretendemos es tratar de ayudar a la gente que lo está pasando francamente mal y apenas tiene para llevarse algo a la boca", señala María Fernanda Rodríguez, de 53 años de edad, que trabaja como autónoma en su negocio, tras casi dos décadas como asalariada en diversos establecimientos de hostelería cangueses.

Paro

Y es que "Nana" Rodríguez también sabe de buena mano lo que es estar sumida en las listas de desempleo, pues, antes de emprender ésta aventura empresarial en su bar de la canguesa avenida de Castilla había permanecido alrededor de medio año parada, sin trabajo.

Desde que pusieran en marcha la iniciativa solidaria han contemplado cómo alguna gente hambrienta se acerca al lugar para llevarse pinchos, aunque casi siempre sobran.

"Los que quedan en la mesa de la terraza los tiramos cuando abrimos al día siguiente", explica. "Hemos notado que hay gente que lo están pasando mal y es una forma de ser solidarios con ellos", apuntan la empresaria.

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