Los ribereños de las cuenca del Sella y del Cares-Deva denuncian la proliferación de aves depredadoras que arrasan con el hábitat piscícola a estas alturas de la temporada de otoño, pese a que se ejecuta algún que otro control poblacional para tratar de contentarlos. Ya es una estampa habitual observar la presencia de decenas de cormoranes, además de garzas, en los ríos, informa J. M. C.