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Cangas pueblo a pueblo

Isongu, "en la gloria" con carretera

Los vecinos, encantados de la tranquilidad local, sólo piden que se acondicione el camino que va de La Llama a La Cueste

Isongu, "en la gloria" con carretera

La vida en Isongu va a otro ritmo. Lo dicen los vecinos José Manuel Castro y José Manuel Tarapiella, que "por su tranquilidad" no imaginan un lugar mejor donde disfrutar de la jubilación. El primero, guardia civil en reserva, optó por volver a los orígenes tras varios años trabajando por fuera. El segundo llegó por amor hace más de media década desde La Roza y ya no quiso marcharse. Para entretenerse, a falta de chigre, Tarapiella se ocupa de una vaca a la que ha bautizado como "Maravilla", que deja los abundantes pastos como nuevos.

Y es que si de algo presumen los vecinos de la localidad canguesa es de la fertilidad del terreno, donde crecen "unas hortalizas que espatarran", aunque la tradición de bajar a venderlas al mercado dominical en Cangas ya no se estila. En parte porque la carretera de poco más de cinco kilómetros que los separa de la capital no está para muchos vaivenes. Los vecinos lamentan que el desvío que sale de la AS-114 a Isongu antes de pasar Corao en dirección a Panes esté hecho un desastre y piden una nueva capa de asfalto para el tramo. La petición se hace extensible a las pistas del interior de la localidad, especialmente al camino que va de La Llama a La Cueste, "del que ya se olvidaron cuando la concentración parcelaria", reseñan. Si no fuera por estas menudeces, resaltan, estarían "en la gloria", ya que son de los pocos pueblos que cuentan, por ejemplo, con red de saneamiento.

En la actualidad residen en Isongu una treintena de vecinos. A estos se suman últimamente unos huéspedes nada deseados: los jabalíes que constantemente rondan casas como la de Marta Dago y dejan los campos hechos "un desastre". La joven optó por dedicarse a la hostelería porque ve el futuro del campo "muy complicado". Si la ganadería fue antaño el principal motor económico de la zona, hoy pueden contarse con los dedos de las manos los vecinos dedicados a este sector. Lo que si repunta es el turismo rural, como dan fe un par de casas rurales.

Y es que Isongu se encuentra en la puerta de entrada al parque nacional de los Picos de Europa. Por la localidad también discurre el antiguo camino a Covadonga por el interior. Muchos son los peregrinos que recalan en Isongu para contemplar la belleza de la capilla de "Santu Medero" o San Emeterio, levantada allá por los siglos XVII-XVIII. Por su retablo barroco y la riqueza de sus pinturas murales, con las 14 escenas de la pasión de Cristo, constituye una parada obligatoria para los visitantes, según relata Alfonso Trespando, que durante 9 años ocupó el cargo de alcalde pedáneo. Junto a la misma, a pocos metros de un texu plantado por el fallecido José Antonio Castro, se celebra gran comida cada año gracias al esfuerzo de los vecinos Kike Valdés y Rosa María González. Aunque la fiesta es oficialmente el 3 de marzo, ellos retrasan la cita para disfrutar de una climatología más agradable. La tonada está servida de mano del hermano de Rosa, el conocido cantante Antonio González. Los residentes también se arrancan con el micro en cuanto empieza el karaoke. La cita sirve para el reencuentro y para poner de manifiesto nuevos proyectos para mejorar el pueblo, como el de recuperar la bolera.

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