El 53º. Congreso Nacional Belenista arrancó ayer con una visita a la Santina de Covadonga. Más de doscientos participantes se acercaron a la santa cueva para participar en la ofrenda floral a la patrona de Asturias. La Virgen vistió para la ocasión un atuendo muy especial: un manto en tonos azulados con el logo de la federación española de belenistas, que fue donado hace 32 años coincidiendo con la celebración de un congreso en Gijón, según explicó el actual presidente de la federación, Íñigo Bastida.

La encargada de entregar la insignia de la Federación Española de Belenistas fue Lali Nacimiento, presidenta de la asociación belenista ovetense que este año organiza el congreso. "Covadonga es una cita ineludible y la Virgen está muy guapa así vestida", dijo.

Tras la ofrenda, el abad de Covadonga, Juan José Tuñón Escalada, puso de manifiesto la importante tradición belenística del Real Sitio, donde coincidiendo con la época navideña se pone en marcha una ruta para visitar distintos nacimientos.

Precisamente uno de ellos estaba ya perfectamente montado en la colegiata de San Fernando y por eso el abad invitó al numeroso público asistente a descender la escalera de la promesa para disfrutar del belén. Así lo hicieron asistentes como Ana Guerrero, presidenta de la asociación belenística de El Templo de la Palma, en Huelva, que destacó la belleza de un lugar tan emblemático. Tanto ella como su compañera Cristina Rasero quedaron deslumbradas por el realismo del belén, al que no le faltaban detalles como una pota hirviendo.

Otra de las actividades programadas fue la subida a los Lagos de Covadonga. Tras visitar el Enol y Ercina, los asistentes disfrutaron de una visita guiada por el Real Sitio de Covadonga antes de reponer fuerzas con una suculenta comida en la ciudad de Cangas de Onís. Allí tenían previsto visitar la capilla de Santa Cruz antes de partir hacia Lastres para visitar la villa y el belén. Los asistentes disfrutarán de actividades en Oviedo hasta el próximo lunes, fecha en que finaliza el congreso.