Todos contentos. El puente del Pilar en la comarca del oriente de Asturias ha dejado muy satisfechos tanto a los empresarios del sector turístico como a los visitantes que en las últimas jornadas han pasado su tiempo de asueto en la zona. La ocupación en los establecimientos hoteleros rondó el lleno en concejos como Llanes, Ribadesella y Cangas de Onís entre el viernes y el pasado domingo. El puente fue también muy positivo en Cabrales. Los excelentes datos de estos días, calificados por muchos profesionales de históricos, no hacen otra cosa que confirmar la tendencia al alza que el sector turístico registra en la comarca desde el pasado verano. El buen tiempo, salvo en la jornada de ayer, fue subrayado tanto por visitantes como por empresarios entre lo más positivo de este puente del Pilar.
En Llanes los empresarios del sector servicios aseguran que este puente ha sido como una pequeña Semana Santa. El presidente de la Asociación de Alojamientos Hoteleros de Llanes y Ribadedeva (Fomtur), Ángel Bada, aseguró ayer que, a falta de cifras oficiales, la ocupación hotelera en Llanes rozó el cien por ciento. "Han sido unos días excelentes que siguen con la tendencia del verano. Los resultados han sido buenos y estamos contentos", indicó Bada. Parejas y familias llegadas desde Madrid, País Vaco y Castilla y León componen el perfil básico de los turistas que llenaron la capital turística del oriente de Asturias entre el pasado viernes y ayer.
Javier Garaña, presidente de la Asociación Llanisca de Restaurantes (Allares), mostró su satisfacción por la gran afluencia de visitantes durante todo el fin de semana y ayer. "Intuíamos que sería un buen puente por la tendencia del verano y por el nivel de reservas que había, pero, aún así, ha sido sorprendente para bien", manifestó. "Llanes, durante el fin de semana, estaba a rebosar. Parecía cualquier día de agosto". Aspectos como la apertura total del tramo de la Autovía del Cantábrico entre Unquera y Llanes son destacados por el máximo responsable de Allares como un aspecto a valorar para explicar los buenos datos de estos días. Garaña, feliz por los resultados del sector y por lo bien que se ha trabajado, sólo pone una pega al puente: las malas previsiones meteorológicas, que, una vez más, lamenta, no se han cumplido. "Se pasaron una semana avisando de mal tiempo y luego sólo ha llovido un día. Hizo tan buen tiempo que incluso hubo gente que el domingo fue a la playa", destacó.
En Ribadesella costó encontrar una habitación libre durante el fin de semana. Los alojamientos de la zona rural "estuvieron prácticamente llenos durante el sábado y el domingo", explicó Sabino Martínez, presidente de Aritur, la asociación que los aglutina. El representante cifró en torno al 85 por ciento la ocupación y precisó que lo que primero se llenó fueron las casas y apartamentos. "Los hoteles a lo mejor tardaron un poco más en llenarse, y a lo mejor algún día quedó alguna habitación", añadió Martínez.
A su juicio, el turismo en este puente del Pilar se ha comportado "como el resto de la primavera y del verano", con una subida de entre el 20 y el 30 por ciento en la ocupación, "más o menos como hace cuatro o cinco años". Los hosteleros riosellanos también percibieron esta alta ocupación. El presidente de la asociación Hostelería de Ribadesella, Bruno Lombán, cita, como ejemplo, que el paseo de la playa de Santa Marina estaba el domingo a las ocho de la tarde con más gente incluso que en verano. Lombán destacó la importancia de que el tiempo acompañara sábado y domingo, "pese a las predicciones de que iba a llover mucho". En la villa los hoteles estuvieron casi llenos y la mayoría de chalés de la playa, ocupados.
En Colunga también estuvo "todo lleno", describió Faustino Pérez, "Pipo", presidente del colectivo Acotur, que aglutina a los empresarios del sector en el concejo. "No tiene nada que ver con el puente del año pasado y anteriores", señaló, en referencia a "un puente que hacía más de cinco o seis años que no se veía". Los huéspedes empezaron a llegar, al menos a su establecimiento, el jueves, y el viernes "ya estaba todo lleno". En cuanto a las reservas, la última que registró, la que le llevó a colgar el cartel de "completo", se realizó a principios de la semana pasada.
Los alojamientos de Cangas de Onís estuvieron cerca de colgar el cartel de lleno. El presidente de Incatur, Toño Sánchez, calificó el puente de "histórico e inmejorable". Sánchez asegura que el balance es positivo porque "la ocupación hotelera superó el 90 por ciento de media; algunos restaurantes daban más de 200 comidas al mediodía y las terrazas estuvieron llenas", comenta. "Lo normal es que la gente reserve a última hora, pero esta vez se rompió la tendencia y había empresarios que ya tenían el completo con bastante antelación", asegura. Para Sánchez, las claves del éxito ocupacional residen en los precios competitivos que ofertan y en la buena promoción desarrollada durante todo el año por la asociación y las administraciones. A esto se suman el buen tiempo y la recuperación económica del país.
En Piloña, a falta de una reunión con la directiva de Aspitur para analizar los datos con más celo, el presidente del colectivo, Gustavo Sánchez, adelanta que los datos de ocupación por el puente del Pilar en Piloña "son buenos", en tanto cree que se superó el 70 por ciento, y achaca el éxito a la mejora de la promoción gracias al Plan Estratégico de Turismo y Comercio recientemente puesto en marcha. "El Plan permite mostrar que en Piloña hay muchísimas cosas que hacer, que no es sólo un concejo para dormir, y la respuesta está siendo muy buena, la mejora se nota desde el verano". La buena campaña promocional, unida a una meteorología favorable y a la recuperación económica fueron claves. "El año pasado, el del Pilar fue uno de los peores puentes, pero la tendencia ha cambiado, aunque mucho siguen siendo reservas de última hora", concluyó.
