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Luces va a clase vespertina por gusto

Los profesores del instituto colungués ayudan voluntariamente por la tarde a los alumnos con los deberes y refuerzan las áreas en las que están interesados

A la izquierda, de pie, Emilio Pis, y en primer término las alumnas Lucía Pidal y Camila Gil. P. M.

En el instituto de Luces (Colunga) alumnos y profesores acuden voluntarios a clase por la tarde. Esto, que podría parecer el mundo al revés, es un programa que el centro ha bautizado como "Tardes educativas" y que han puesto en marcha este curso. Alfabetización digital, acompañamiento y técnicas de estudio, mejora de la condición física y matemáticas son las áreas propuestas para las dos horas por la tarde, de lunes a jueves, en las que está programada la actividad.

Este proyecto se ha podido llevar a cabo, en primer lugar, porque al tener menor matrícula los docentes tienen más horas libres, pero también gracias a la buena disposición de profesionales como Emilio Pis. Imparte Matemáticas y aceptó la propuesta de descargar su horario por las mañanas para dedicar dos horas a la semana por las tardes a dos grupos de alumnos: por un lado los que necesitan ayuda con la materia o la tienen pendiente de cursos anteriores y, por el otro, quienes desean profundizar más y presentarse a las Olimpiadas Matemáticas.

"Vemos ejercicios de lógica, que en clase no puedo hacer porque con el temario no da tiempo", explicó el docente ayer sobre este segundo grupo de estudiantes. Es el caso de Lucía Pidal, que cursa cuarto de Secundaria y quiere presentarse a la prueba regional. Interesada especialmente en las matemáticas, a su madre le pareció "muy buena idea" que la joven estudiante se quede a comer los jueves en el instituto para afianzar la materia de 15 a 17 horas.

El centro ha decidido, además, subvencionar el precio del comedor a los alumnos que acudan a esta actividad voluntaria, que pagarán dos euros por comida en lugar de los cuatro que están establecidos. Lo han hecho así para que la participación no implique un gasto extra para as familias.

En la tarde educativa dedicada a las Matemáticas, la de los jueves, también hay espacio para alumnas como Camila Gil Rubio, que cursa segundo de Bachillerato y que refuerza la materia en estas clases vespertinas de cara a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU).

"Me parece muy bien que las haya, porque así no tienes que pagar una academia", explicó la alumna, para quien repasar en el propio centro por las tardes tiene otra ventaja. "Los profesores se comunican entre ellos y te explican las cosas de la misma manera, no te lían como puede pasar en la academia, donde pueden tener otra forma de hacerlo", añadió.

Los lunes realizan "tardes digitales" con el profesor de Nuevas Tecnologías, donde abordan programas informáticos de uso corriente para un escolar; los martes hacen acompañamiento y técnicas de estudio, además de seguimiento de deberes. Los miércoles dedican los primeros veinte minutos a repaso de deberes y el resto del tiempo a mejora de la condición física y los jueves son de las matemáticas. En el vecino concejo de Ribadesella, el instituto Avelina Cerra ha puesto en marcha la iniciativa "R+" de recreos temáticos y esta semana recibieron la visita de la veterinaria María Luisa Pavía, que charló con los alumnos sobre el cuidado de las mascotas caninas.

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