La gerente de la red de Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), Graciela Blanco, visitó ayer la residencia llanisca ubicada en la calle Nemesio Sobrino. Se trata de la primera visita de la exconsejera de Bienestar Social a una residencia del ERA desde que fuese nombrada como gerente de este organismo. La intención de Graciela Blanco, tal y como anunció ayer en la villa de Posada Herrera, es visitar todas y cada una de las veintitrés residencias que integran esta red de establecimientos públicos en toda la región.

Entre las necesidades que la directora de la residencia llanisca, María Jesús Martín Iglesias trasladó a la gerente está la necesidad de dotar al equipamiento, reformado por última vez en 1999, con un comedor para asistidos o personas dependientes.

Graciela Blanco aseguró que recogerá todas las peticiones de mejora que los directores de las residencias le trasladen durante sus visitas. "Pretendemos destinar parte del presupuesto del que disponemos a reformar las residencias que lo necesiten", dijo. Blanco aprovechó su visita a la Llanes para, entre otras cosas, anunciar que las obras de ampliación de la residencia de Arriondas se darán por concluidas en junio del próximo año 2016.

Sobre la residencia de Lastres los plazos que maneja la Consejería de Bienestar Social para su apertura pasan por que los trabajos de acondicionamiento se den por concluidos este mes, se equipe el espacio y pueda abrir sus puestas entre finales de este año y comienzos de 2016. En relación a la puesta de largo de la residencia de Poo de Cabrales, equipamiento este de carácter municipal, la gerente del ERA anunció que se firmará un convenio con el consistorio para que la mitad más una de las veintiuna plazas con que contará este equipamiento sean concertadas.

El ERA aumentará las plazas existentes en la actualidad en Asturias en 800 más durante los próximos cuatro años.

"Pretendemos también potenciar la parte lúdica y terapéutica de los usuarios mediante talleres de memoria o de terapia asistida con perros, entre otros", indicó Blanco antes de visitar las instalaciones residenciales llaniscas.

La última reforma acometida en la residencia pública llanisca inaugurada en 1974 se llevó a cabo entre 1995 y 1999. Este lugar acoge en la actualidad a ochenta y tres residentes de los cuales, veinticinco son válidos, y cincuenta y ocho asistidos.

A diario trabajan en este lugar cinco cocineros, diecinueve auxiliares de clínica, doce operarios de servicios, tres enfermeras, cuatro conserjes, un jefe de almacén, un auxiliar administrativo, un técnico de intervención, un operario de mantenimiento, un animador sociocultural, un fisioterapeuta y un podólogo.