La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Los culpables deben rendir cuentas", dicen en Benia tras los daños en el cementerio

El párroco denuncia ante la Guardia Civil las pintadas ofensivas en las tumbas, que quiere limpiar "inmediatamente"

Aurelio Fernández, Santiago Suárez y Polo Fernández, ayer, en el cementerio de Benia, ante las pintadas. C. CORTE

"Es una vergüenza, una falta de respeto y de educación". Así resume Polo Fernández lo ocurrido este fin de semana en el cementerio de Benia de Onís, cuando algún vándalo realizó pinturas ofensivas sobre una lápida, dos nichos y una pared del camposanto. La indignación de este vecino de Avín, que se enteró de lo ocurrido a través de LA NUEVA ESPAÑA, la comparten los residentes Aurelio Fernández y Santiago Suárez.

"Es una gamberrada que no tiene ni pies ni cabeza, por la letra parece que está hecho por alguna chavala joven", esgrimen. Ambos tienen familiares enterrados en el cementerio y confían en que la Guardia Civil encuentre pronto a los culpables para "que rindan cuentas por esta salvajada tan grande que ha hecho incluso saltar las lágrimas de algunas personas de pura impotencia".

Los vecinos apoyan la posibilidad de cerrar con un candado numérico las puertas del recinto, situado a escasos metros de la iglesia de Santa Eulalia de Onís y al que hasta ahora se podía acceder libremente a cualquier hora.

El cementerio de Benia es propiedad parroquial y da servicio a Sirviella, Talaveru, El Pedrosu y Avín, pues Bobia y La Rebollada cuentan con un camposanto propio. Los residentes se encontraron en la mañana del domingo con varias pintadas en inglés y francés con textos satánicos como "Mercy Devil" realizados con un spray azul, a los que se suman varias pinturas con la estrellas de David, símbolos anarquistas y corazones.

"Va a ser difícil que caiga la pintura de la tumba porque es mármol blanco poroso", reflexionaba el lugareño Francisco Peláez, que tiene a sus abuelos, padres y tíos enterrados a escasos metros de los nichos afectados. "No tienen perdón", apostilló su compañero Mario Fernández, que no ve en cerrar el cementerio una solución "porque viene mucha gente de lejos a traer flores a sus difuntos".

El nuevo párroco de Benia, el gijonés José Antonio Alonso, explicó que la intención es "arreglar los desperfectos inmediatamente, independientemente de quién sea el dueño del nicho, porque a la gente mayor le duele que hayan maltratado un lugar que queremos tanto y que tiene que estar en el mejor estado para celebrar el día de Difuntos". El cura interpuso una denuncia ante la Guardia Civil y ya ha dado todas las indicaciones para que en un par de días las pintadas no se aprecien. "Los gastos correrán de momento a cargo de un fondo de mantenimiento y con aportaciones vecinales", especificó Alonso.

Compartir el artículo

stats