Como un apasionado del gamonéu. Así se define Gerardo Niembro Fernández (Benia, 1955), veterinario y expresidente del consejo regulador de la denominación de origen protegida (DOP) Gamonéu que el domingo recibe una distinción en Benia con motivo del 26º. Certamen de este queso.

-¿Cómo recibe el reconocimiento?

-Con humildad pero a la vez con orgullo, porque reconoce la labor realizada durante diez años en favor del gamonéu. Certámenes como el de Benia sirven para que haya piquilla sana entre productores para ver quién trae el mejor producto.

-¿De dónde viene su relación con el queso?

-Es vocacional. Mis abuelos lo hacían en Avín y yo elaboré el primero con 16 años. Luego mi mujer montó una quesería, pero además del valor económico está el sentimental, el llegar a casa y ver cómo salió el queso.

-Tras casi una década en la presidencia del consejo regulador de la DOP Gamonéu, ¿por qué decidió no presentarse a la reelección?

-Me encontré muchas trabas burocráticas y económicas que me impedían avanzar. Pensé que si no me presentaba algún joven se animaría y daría un impulso. Además, había mucho fraude en el gamonéu y te sentías solo a la hora de pelear porque no se sabía muy bien si era competencia de consumo, de la administración... No volvería a presentarme porque es un puesto ingrato.

-Como consecuencia de que no hubiera relevo se constituyó en 2013 una gestora provisional. ¿Qué balance hace?

-No puedo opinar porque no conozco los resultados, al parecer se ha ahorrado en la gestión. A nosotros nos achacaron que teníamos muchos gastos, pero sin gastos no hay promoción.

-¿Existe el riesgo de que desaparezca el consejo regulador?

-No, confío en que se incorpore gente nueva. Lo lógico es que se incorpore algún quesero que se haga cargo de manera desinteresada.

-¿Qué balance hace de su etapa al frente del consejo?

-Bueno, porque sirvió para redactar unos reglamentos y que se cumplieran parámetros como el de ahumar, madurar en cueva en vez de en cámara o no usar sal seca que repercutieron en la mejora de la calidad. Se consiguió el marcaje de quesos en la masa con día y mes y la contraetiqueta para evitar el fraude.

-¿Al gamonéu del puerto le quedan cuatro telediarios?

-Si se solucionan los problemas con el lobo tiene futuro. El problema es que hay jóvenes que quieren tomar el relevo pero que no se atreven a meterse en gastos para que el cánido se coma sus reses. Habría que hacer un estudio serio de cómo se pueden evitar los daños, preparando por ejemplo cercados para guardar el ganado de noche en las vegas. Tampoco se explica cómo una quesería pagada con dinero público en Gumartini lleve años parada cuando hay gente interesada.

-¿Le parece efectiva la Escuela de Pastores de los Picos?

-Nunca fui partidario porque se enfocó como una evasión romántica y bohemia para gente que le gusta el monte. Los que vienen luego se trasladan a Madrid o por ahí, aquí no se queda casi ninguno. Lógicamente hay que apostar por la formación dando cursillos como los del manejo de leche.

-¿Recetas para combatir el fraude?

-Vigilar los puntos de venta y producción y tomar medidas con aquellos que no cumplan los requisitos de la DOP. También hacer una campaña de publicidad para que el consumidor tenga información del producto como aquella de los pósters en los que se presentaban las fases del gamonéu, que no sé por qué se apartó, ya que era eficaz y económica. No se entiende que la web lleve años sin actualizar.

-¿Y qué hay de aquella propuesta de abrir la cueva de maduración al turismo?

-Yo estaba en contra de meter a la gente en Cueva Oscura porque con las excursiones cambias las condiciones de humedad y temperatura. Se propuso hacer una réplica con un punto de venta de quesos al lado, en Cueva Rota, pero la cosa quedo en "stand by".