La Dirección General de Puertos ha aplicado la teoría del palo y la zanahoria para lograr el desbloqueo del conflicto suscitado en torno a la polémica pasarela peatonal. Y lo ha conseguido: la pasarela será instalada en la ubicación prevista -el puerto deportivo de la villa- mañana mismo, salvo imprevistos de última hora. Puertos ha dado un sí y un no al Ayuntamiento. De un lado ha dicho "sí" a la posibilidad de una futura reubicación de la pasarela: no pondrá problemas y autorizará el traslado. Pero, de otro lado, ha dicho "no" a la petición municipal para cofinanciar un hipotético traslado de la instalación a otro lugar. La Dirección General ha sido meridianamente clara: no pondrá "ni un euro" si el Ayuntamiento decide finalmente reubicar la pasarela.

Las autoridades llaniscas no han tenido más remedio que aceptar la decisión de Puertos, ante el temor a posibles litigios judiciales e indemnizaciones por no asumir una obra ya presupuestada y ejecutada. No obstante, han arrancado a Puertos un compromiso para "no cerrar la puerta a una posible ubicación futura de la pasarela en otra parte", señaló el alcalde, Enrique Riestra. El protocolo, surgido de la última respuesta de Puertos, que el Ayuntamiento recibió el pasado jueves, se firmará hoy mismo.

Riestra agradeció que Puertos haya dejado abierta la posibilidad de reubicar la pasarela en el futuro, pues todos los integrantes del cuatripartito (Foro, Vecinos X Llanes, PP e IU) rechazan el lugar elegido para ella por los mandatarios socialistas, entre la antigua rula y la Casa del Mar.

El Principado tiene "prisa por instalar la pasarela" y así lo advirtió al Ayuntamiento "de diferentes maneras", señaló el regidor, quien destacó que se trata de un "asunto heredado", por lo que se ha visto "en la obligación de aceptar el acuerdo entre administraciones que ya existía".

"El escollo principal en relación a la colocación de la pasarela es que a nivel paisajístico hace un roto importante en la villa, y por eso buena parte de la gente estuvo en contra de su colocación en este lugar. Si nosotros hubiésemos estado en el gobierno la pasarela no se hubiese colocado ahí, ni se hubiese despilfarrado el dinero como se hizo, a nuestro modo de ver. No sabemos el criterio por el que se colocó en ese lugar pero nos vemos en la obligación de colocarlo por responsabilidad", añadió Riestra.

El regidor reiteró su intención de consultar a los vecinos para decidir la ubicación final de la pasarela. Y anunció "otras consultas" para "ampliar la democracia local". El alcalde buscará "fórmulas" para que la gente exprese su opinión, aunque todavía desconoce "la forma", "los plazos" y el "como", admitió.

La primera teniente de alcalde, Marián García, por su lado, destacó el logro del equipo de gobierno municipal al conseguir que el Principado acepte la posibilidad de reubicar la pasarela. "Dentro del daño que estaba hecho, queríamos sacar el mayor beneficio posible", señaló.