La angula aguantó ayer la resaca del estreno -el miércoles se vendió el primer kilo a 6.230 euros- y alcanzó los 700 euros debido a la escasez, pues en Ribadesella tan sólo se ruló 1,3 kilogramos. El precio de venta fue en esta segunda subasta incluso mayor que el del último lote de la primera, cuando el alevín bajó hasta los 655 euros.

Este precio es algo más elevado del esperado para esta segunda venta, a la que muchos anguleros optaron por no presentarse para juntar las capturas de anoche y llevarlas a la de hoy. "De momento la cosa está muy floja, ya tenía que haber algo más", explicó el angulero Javier Gutiérrez, de Ribadesella. La luna está en cuarto menguante, pero "está demasiado bella la mar", añadió el profesional, quien pescó 300 gramos en la segunda noche de la costera. La próxima semana comienza la ansiada "oscurada" (quincena que va desde el cuarto menguante al cuarto creciente) y los pescadores esperan lluvias y mal tiempo para que las angulas empiecen a entrar en sus cedazos. "Mientras no se revuelva la mar y se manche el río no habrá capturas", apuntó José Ramón Pintado, más conocido como "Garuña", trabajador de la rula y además angulero. Los profesionales se llevaron en la primera subasta una media de todos los precios que se abonaron, un precio superior a los 2.000 euros por kilo. Los restaurantes "El Campanu" de Ribadesella, Cangas de Onís y Oviedo pagaron la primera angula a 6.230 euros y el tercer lote a 700 euros, mientras que el "Bocamar" de Oviedo se llevó la segunda a 2.080 y el restaurante riosellano "Casa Tista" se hizo con el cuarto lote a 655 euros.

José González de Cabo, de "Angulas Delfa", explicaba ayer antes de la subasta que ni siquiera este último precio es bueno "para el mercado de a pie". El empresario establece una horquilla de precios "entre los 400 y los 500 euros cuando haya cantidad", no ayer que se repartía poco más de un kilo. González cree que una vez comience la "oscurada" y haya lluvias "va a haber alguna captura más".