La asamblea de Cruz Roja de Ribadesella ha registrado en los últimos tres años un descenso del setenta por ciento en el número de familias que reciben alimentos procedentes de los excedentes de la Unión Europea (UE). Si en marzo de 2012 eran 62 las unidades familiares que recibían esta ayuda, en el reparto que se hizo el mes pasado fueron 19.

Las condiciones para la ayuda de alimentos procedentes de la UE exigen ahora que el solicitante cumpla con más burocracia, lo que hace que algunas personas, aún necesitándolo, se queden fuera. Para suplir esta carencia está el resto de donaciones que recibe la asamblea riosellana, con las que logran llegar a unas doce personas más.

"En comparación con años anteriores hay menos necesidad. El pico fue en 2013, cuando se entregaron alimentos a más de cien personas", rememora Jesús Amas Valdés, presidente de la asamblea local. El también voluntario remarca que, gracias a la contratación de una trabajadora social, ahora pueden prestar "una atención más cercana". No en vano, el lema de Cruz Roja en estos últimos cuatro años ha sido "Cada vez más cerca de las personas" y el trabajo que desempeña Arantxa Martínez de Murguía lo hace posible en Ribadesella. La joven está lunes, miércoles y viernes de 10.00 a 14.00 horas en la asamblea y, además de otras muchas tareas, se entrevista con los solicitantes de ayudas para alimentos. "Se hace una valoración más allá, en la que se incluyen las condiciones de la vivienda, la salud física y mental, cómo se encuentra la persona, etcétera", describe la trabajadora social, quien ha visto cómo "cada vez viene más gente".

El próximo reparto lo harán a finales de este mes o principios del próximo y entre medias repartirán alimentos de las donaciones. El invierno es, además, una de las épocas más duras en Ribadesella, pues quienes sólo viven de contratos estacionales vinculados al sector turístico pasan los peores meses. Por eso las donaciones particulares siguen siendo bien recibidas en la asamblea.

"Hay quien llama y pregunta qué se necesita para comprarlo y también profesionales autónomos que se han ofrecido para hacer trabajos de forma gratuita a quien lo necesite", explica Amas Valdés, en referencia, por ejemplo, a un electricista que ya lo ha hecho anteriormente. Cruz Roja Ribadesella desarrolla, además, un programa de teleasistencia con el añadido de las visitas para hacer compañía a los usuarios que lo necesiten. También reparte kits de higiene personal y doméstica, meriendas para escolares con pocos recursos y realiza préstamos y donaciones de ayudas técnicas como sillas de ruedas y colchones, entre otros. Por otra parte, cuando los termómetros empiecen a bajar activarán el programa "Ola de frío", mediante el cual reparten una bebida autocalentable y una manta a las personas sin hogar.