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Personajes de Cangas de Onís

Toni Bulnes, siempre en movimiento

Siempre dispuesto a arrimar el hombro, colabora en distintas facetas de la vida social y juega al voleibol en un equipo de veteranos

Toni Bulnes, en Cangas de Onís. J. M. CARBAJAL

Es una de persona siempre dispuesta a arrimar el hombro en pro de cualquier actividad, y sin ánimo de lucro, en su pueblo o lugar de residencia. Lleva muchos años colaborando en distintas facetas de la vida social en el concejo de Cangas de Onís, sean de índole cultural, festivo o deportivo. Ya con sólo 16 años empezó a inmiscuirse en tareas organizativas, pues formó parte, junto a un reducido grupo de vecinos, de la comisión de festejos de San Ramón, en el pueblo de Coviella, en la que estuvo siete ejercicios.

Antonio José Díaz Bulnes, "Toni Bulnes", de 50 años, se crió en el barrio de Argumal, en la localidad canguesa de Coviella, a tiro de piedra de la villa de Arriondas. Cursó estudios hasta quinto de EGB en la Escuela Pública de Coviella, en la que tuvo de maestra a Mari Luz Cuesta; después, de sexto a octavo acudió al Colegio Público Río Sella, en la capital parraguesa. Y el Bachiller lo hizo en el Instituto Rey Pelayo, en Cangas de Onís.

Recuerda con cariño aquellos años escolares en su pueblo natal, donde los recreos se convertían en apasionadas pachangas futbolísticas en el patio de la Escuela. Allí, uno de los imberbes chavales empezaba a despuntar, buen amigo suyo, zurdo cerrado, con el que casi siempre formaba parte de su equipo: "Luismi, el del Rincón del Castañu", quien llegó a ser jugador profesional en las filas del Real Sporting de Gijón, en Primera División.

Al cumplir la mayoría de edad, Toni Bulnes se sacó el carné de conducir y su padre le compró un Citröen GS para que pudiese desplazarse al Instituto Rey Pelayo, donde también estudió el ciclo de FP de Administrativo. Fue uno de los primeros alumnos del centro docente que acudía en su propio coche, ya que los demás, de la zona rural o de otros concejos limítrofes, utilizaban el transporte escolar de la época.

Le tocó la "mili", a los 21, en el CIR número16 Camposoto (Cádiz), pero, tras la instrucción, le mandaron al Parque de Artillería de Ceuta. Aguantó un mes en la ciudad norteafricana. Un buen "enchufe" le devolvió en un plisplás, a Asturias, al Regimiento Infantería Príncipe, en Cabo Noval (Noreña), en cuyo acuartelamiento acabó desplegando labores de administrativo en el departamento de filiaciones. Toni Bulnes -el mayor de seis hermanos-, tras licenciarse, ya en Coviella, ayudaba a su padre en tareas propias del campo, pues se dedicaba, profesionalmente, a desarrollar trabajos por la zona con maquinaria agrícola.

Entre tanto, seguía colaborando con la comisión de San Ramón. "En una ocasión rifamos un coche nuevo, de paquete. Enviamos papeletas a los concesionaros de la marca en toda España y la respuesta fue positiva. Nos costó, pero, al final, salimos bien de aquel sorteo", matizó Toni. Y es que prestó servicios, durante tres años, en un concesionario de coches en Arriondas, momento en el que también se inició en el mundillo de las agencias de seguros, en el que lleva de 28 años. Desde 1990, durante tres años, trabajó de comercial para una firma navarra especializada en máquinas expendedoras de tabacos, con delegación en Gijón. A partir de 1990, fue cuando se asentó en el terreno de los seguros al abrir su primera oficina en la urbe canguesa. Esa profesión, junto a su don de gentes y su afán colaborador, le llevó a ser cofundador de la Asociación de Vecinos de Coviella (AVECO); la Asociación Cultural y Deportiva "Vázquez de Mella" -bolos, futbito, ajedrez...-; y el Club Petanca Oriente del Principado, éste último presidido por Carlos Miguélez.

Atrás quedaba su pasión por el voleibol, de cuando era juvenil, con Javier López Guijarro como profesor y técnico en el equipo del Instituto Rey Pelayo, o bien en el CV Arriondas, con Pepe San Miguel de entrenador, ya como senior. Una afición que, con el paso del tiempo, acabó rescatando, pues pertenece al conjunto de veteranos del CV Cangas de Onís, participando desde hace cinco años en la Liga Intercentros, categoría mixtos, en el que también juegan su mujer María Otero Pérez -con la que lleva casado 27 años- y su hija Inma (25 años). Además tiene otro hijo, Toni (26 años) y un nieto Santiago Díaz San Emeterio (4 años).

"Me dejé todos los tercios en Bode, frente a Coviella", dice sobre su escasa o nula afición a la pesca. "Un día saqué un par de truchas y me pareció algo increíble", añade. Tampoco le atrae la caza. "Fui un sufridor en eso de las cacerías. Me aburría un montón. Sólo estuve una temporada y fue con la cuadrilla de los de Lláu", explica Toni Bulnes, quien se declara empedernido futbolero, miembro de la Peña Iván de Arriondas y de la Peña Don Pelayo, ésta de Cangas, ambas del FC Barcelona; así como de la canguesa Peña Berna Pendás, del Sporting de Gijon. "Me considero muy antimadrista", sentencia.

Asimismo es asiduo a los partidos del Cánicas AC y del Arenas del Sella. También tiene tiempo para organizar pitanzas, regadas con buen vino y seguidas de largas sobremesas, junto a sus habituales compañeros de tertulia, abordando temas de toda índole. Por si fuera poco bagaje, llegó a probar en el mundillo de la política local, en las filas de URAS -número 2, por detrás de Ramón Hevia Castaño, que salió electo-, en las elecciones municipales de 2003, pero no salió muy satisfecho de la experiencia. Sigue siendo fiel al Antroxu de Cangas de Onís, con la habitual peña de amigos y amigas que llenan de colorido y espectáculo tan señalada cita. En fin, no dispone de tiempo libre para aburrirse.

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