El Instituto de Infiesto tuvo que ser desalojado el miércoles después de que se produjera una explosión en la sala de calderas del edificio nuevo. El ruido alertó a los docentes que se encontraban en la sala de profesores y que fueron quienes dieron la voz de alarma alrededor de las nueve de la mañana.
"Salía ruido de la sala de calderas y mucho vapor de agua. No sabíamos qué pasaba y decidimos activar el protocolo de evacuación y sacar al patio a los chavales, que pensaban que se trataba de un simulacro, por pura precaución", contó el director del centro, Argimiro García.
Los jóvenes permanecieron fuera del edificio por espacio de media hora, tiempo en el que la directiva aprovechó para llamar a las empresas responsables de la instalación -una de la caldera, que regula la geotermia, y otra responsable de la instalación del suelo radiante- y para desconectar tanto el sistema eléctrico como el agua.
En menos de una hora los técnicos responsables estaban en el centro y tras cerciorarse de que no había peligro para los estudiantes, estos pudieron volver a las aulas y retomar la actividad docente con plena normalidad.
Todo parece indicar que la avería se produjo como consecuencia de un fallo en el servicio del agua caliente, que llevó a sobrecalentar el depósito. En el momento de la explosión la calefacción estaba apagada.
"Parece ser que al alcanzar una gran temperatura el agua se convirtió en vapor y con la presión reventó alguna junta de las tuberías. La verdad es que llevamos un buen susto pero en el fondo la avería no fue tan gorda", contó el director.
El siguiente paso a seguir ahora es que los técnicos realicen una evaluación de los destrozos. Tras la elaboración del pertinente informe con el presupuesto de la reparación, éste será trasladado a la Consejería de Educación para que se haga cargo de los gastos. Mientras se arregla el problema, la nueva construcción, inaugurada en septiembre de 2010 y la cafetería no dispondrán de calefacción, un hecho al que la dirección del centro resta importancia "porque el edificio nuevo está muy bien aislado".
Los usuarios del instituto tampoco dispondrán de agua caliente en las duchas hasta que se arregle la avería. Las restricciones no afectan al antiguo edificio del instituto, que cuenta con un sistema de calefacción propio distinto.
