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YOLANDA CERRA | Antropóloga y presidenta de la Asociación Asturiana de Patrimonio Etnológico

"El modelo festivo de Llanes está en expansión a los pueblos y a otros concejos"

"Creo que no hay que preocuparse porque Cantabria haya declarado BIC el pericote; en peligro puede estar aquel baile, no el llanisco"

Yolanda Cerra Bada. P. M.

Yolanda Cerra Bada (Ribadesella, 1957) es licenciada en Filología y en Antropología Social y Cultural. Trabaja en el Centro del Profesorado y de Recursos (CPR) de Gijón-Oriente y lleva tiempo estudiando el modelo festivo del oriente de Asturias.

-¿Qué trascendencia tiene, desde el punto de vista antropológico, la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que ha hecho Cantabria del baile del pericote y que tantas ampollas ha levantado en Llanes?

-En primer lugar tengo que pedir un poco de calma, que ya hay bastantes guerras en el mundo como para iniciar una por el pericote. Hay que decir que Cantabria reconoce como Bien de Interés Cultural no sólo el pericote, sino todas sus danzas tradicionales, que deciden defender y proteger. En los años setenta y ochenta hubo un movimiento de revitalización de las danzas y canciones y si no hubiera sido por esto el de Cantabria habría desaparecido. En Llanes, sin embargo, hubiera permanecido, porque está asociado a todo un sistema festivo especial, distinto y vinculado a los bandos. Es uno de los máximos símbolos, históricamente tiene un contexto que no tiene en otro lado, es importantísimo. Yo creo que no hay que preocuparse porque Cantabria haya hecho eso. Las figuras BIC son de protección y salvaguarda y en peligro puede estar el pericote cántabro, no el de Llanes.

-Aunque no esté en peligro, ¿sería partidaria de que el Gobierno del Principado emulara al cántabro y lo declarara BIC?

-¿Por qué no? A la hora de declarar un bien de interés cultural puede actuar el Principado por sí mismo o a iniciativa de cualquier persona física o jurídica, como establece el reglamento publicado en abril de este año. Antes de incorporar el bien hay que hacer un informe y no tengo ninguna duda de que en el caso del pericote será favorable. Estaría bien declararlo como bien de prestigio, no porque necesite protección.

-Cada vez se proponen más bienes culturales inmateriales para ser protegidos, ¿qué implica este cambio?

- Cuando se crea la idea de patrimonio se tiene en cuenta el de las clases altas. Los monumentos, las catedrales, los palacios, las grandes obras de arte. Desde finales del siglo XX y principios del XXI se intenta compensar, ya desde la UNESCO, esta desigualdad para que los de abajo tengan también visibilidad y representación. Y que las manifestaciones culturales de las clases populares también tengan relevancia. Es lo que se conoce como patrimonio etnográfico y el pericote estaría dentro. Es patrimonio popular, inmaterial, que conviene poner de relevancia.

-Se ha hablado mucho del origen del pericote, ¿qué dice la antropología?

-Es imposible datar este tipo de patrimonio, porque de las manifestaciones populares no se registraban los datos, no tuvieron interés hasta el siglo XIX. En 1952 el llanisco Emilio Pola Cuesta escribió un artículo bastante interesante sobre el pericote. Se volvió loco buscando los orígenes y escribió a Menéndez Pidal, que había estado en Llanes en los años treinta, y dijo que era imposible averiguar los orígenes remotos del pericote, que había que conformarse con los más próximos. Habla de los bailes de tres personas, que encuentra en los siglos XVI y XVII en toda España. Y el sabio mundial, Curt Sachs, que escribió una historia de la danza universal, habló de los bailes de tres europeos de época moderna, del siglo XVI, que eran tanto populares como cultos, y citó el pericote. Con los bandos y las fiestas fue revalorizado y por eso en Llanes se conservó más que en concejos vecinos y en Cantabria. Empezó a formar parte de todo un engranaje y mecanismo que tiene que ver con el sistema festivo de la villa, que luego se extiende a los pueblos y hoy está cruzando a los concejos incluido el río Sella.

-¿En qué consiste este modelo festivo propio?

-Hay una ofrenda de ramos pero cantados por mujeres que tocan panderetas y un tambor. Van vestidas de aldeanas y están acompañadas por los mozos vestidos de porruanos que llevan los ramos o que están en la procesión esparcidos. Eso es la parte antes de la misa y en la procesión. Después de la ceremonia hay un festival folclórico hecho por la propia gente del pueblo. El pericote en Llanes es, salvo excepciones, el rey, el broche de oro en este festival. Es un modelo en expansión ahora mismo.

-El asunto de los bandos de Llanes está entre sus predilectos, ¿por qué surgieron en este concejo y no en otros de la comarca?

-Hay tantos factores que sería difícil nombrarlos todos. Pero podemos situar el origen de los primitivos, San Roque y La Magdalena, en una querella política que hubo en 1837. Los políticos moderados y los exaltados, conservadores y progresistas, se echan un pulso. Ese cambio político tan grande, del paso del antiguo régimen a la revolución burguesa, es el germen de la ruptura. En este tipo de momentos es cuando puede haber una quiebra del modelo festivo anterior y se va creando uno nuevo que ya entre los años sesenta y ochenta del siglo XIX estaba consolidado. Toda esa fuerza, la potencia, la revalorización de ese modelo festivo, viene todo de este momento histórico. Luego el turismo primitivo tuvo mucho que ver, el desarrollo económico, las comunicaciones y la visión de los comerciantes como un recurso para atraer visitantes. Por otro lado también es un enfrentamiento geográfico, de zona. Y el siglo XX tira de lo que ya hay. Tanto es así que en plena Guerra Civil hubo ramos de las fiestas de los bandos de San Roque y La Magdalena. Ya había pasado el frente por Llanes, no había acabado la guerra, pero tan fuerte y vivo estaba que los celebraron.

-¿Cree que ese enfrentamiento entre los bandos es necesario para su supervivencia?

-Son dos grupos sociales enfrentados entre comillas, antagónicos, pero que se potencian a la vez. Los propios llaniscos saben que si no hubiera rivalidad no habría estas fiestas. La rivalidad potencia todo esto. Además, es en el Oriente donde la hay, porque había en Cimadevilla, en Gijón, con el barrio alto y el barrio bajo, pero esta zona ya no es lo que era y esa oposición ya no existe. Para que sucedan estas cosas tiene que haber gente que las sustente. En Llanes se reclutan personas no sólo de la villa, sino de los pueblos, veraneantes, hijos de Llanes de alguna forma.

-¿Cuál cree que es el secreto para esta fuerte adhesión al modelo llanisco?

-Es un modelo muy estético y muy participativo. Te ves guapo vestido de aldeana y porruano. Haces cosas bonitas y son participativas. Tienes algo que hacer en la fiesta, no es sólo estar vestido con el traje tradicional. Estás participando en la fiesta de una forma bastante sana, por decirlo alguna manera.

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