La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los nuevos dueños de la península de Borizu se confiesan "enamorados" de Asturias

La pareja británica, que estuvo a punto de comprar una casa en Villaviciosa, rehabilitará los edificios de la finca celoriana para ocuparlos el próximo verano

Un llanisco pasa en bicicleta junto a la entrada de Borizu. RAMÓN DÍAZ

Los nuevos dueños de la península de Borizu son unos "enamorados" de Asturias. Así se lo han trasladado también a Miriam Malga, de la Agencia Asturian Property, que actuó como mediadora en la compraventa, que se firmó la semana pasada. Y así lo demuestra el hecho de que, pese a que son propietarios de varias viviendas en diferentes países de Europa, llevan ya varios años acudiendo en verano a Asturias. Su intención es rehabilitar en el plazo de tiempo más breve posible las tres viviendas existentes en Borizu, porque aspiran a ocuparlas ya, si fuera posible, "el próximo verano", indicó ayer Miriam Malga.

El matrimonio británico que adquirió Borizu al empresario ovetense Alberto Delgado buscaba casa en Asturias desde hacía varios años. Según reveló Miriam Malga, creyeron encontrar lo que buscaban la pasada primavera. Pusieron sus ojos sobre una casa situada junto a la ría de Villaviciosa. Las negociaciones, finalmente, no fructificaron porque eran varios los propietarios de la finca (procedente de una herencia) y varios de ellos no querían vender.

Fue así que el pasado mes de junio, el día antes de regresar a Gran Bretaña, el matrimonio llamó, que se alojaba desde hacía unas semanas en Ribadesella, llamó a Miriam Malga y le dio "luz verde" para intentar la compra de la península de Borizu. ¿De qué conocía la península celoriana la pareja, que reside buena parte del año en Nueva Zelanda? Visitaron Borizu este año, en junio, pero ya habían estado en la finca el año pasado. Les gustó desde el primer momento, pero en su visita de 2014 llegaron a la conclusión de que resultaría muy difícil compatibilizar su deseo de "privacidad" con el hecho de que la entrada en la finca de Borizu sea en la actualidad sea prácticamente libre (sólo está cerrada con alambre de espino la zona donde se ubican las tres viviendas existentes) y que entren en la península paseantes, pescadores y curiosos, indicó Miriam Malga.

El fracaso de las negociaciones para adquirir la casa de Villaviciosa y su firme deseo de comprar en Asturias animaron a los británicos a dar el paso. De hecho, Malga desveló que llegaron a visitar este año Galicia para ver si les gustaba tanto como Asturias con vistas a adquirir allí un inmueble. La conclusión del matrimonio británico fue clara: "no" les gustó Galicia, o al menos "no tanto como esto". Así que reafirmaron su intención de comprar en Asturias", señaló la agente inmobiliaria.

Las negociaciones con Alberto Delgado para que Borizu cambiara de manos se prolongaron durante cinco meses, desde enero hasta la semana pasada. No ha trascendido el precio final de la operación.

El matrimonio británico sabe por boca del vendedor las restricciones urbanísticas existentes en Borizu: sólo se pueden rehabilitar los edificios existentes (la vivienda principal, de 245 metros cuadrados; la casa de invitados, de 65 metros cuadrados, y una cabaña, de 105 metros cuadrados), y además hay que dejar paso franco en los seis metros que ocupa la zona de servidumbre de Costas. De momento ya han contratado a un arquitecto, con la idea de rehabilitar ya los inmuebles, pues su intención es acudir a Borizu ya el próximo verano.

Compartir el artículo

stats