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Belenes de todo el mundo en Covadonga

"La intención es incrementar la colección", dice el abad, Juan José Tuñón, de los nacimientos en el real sitio, con piezas de Nápoles, Jerusalén y Suiza

Belenes de todo el mundo en Covadonga

La ruta de los belenes de Covadonga va camino de convertirse en la muestra más internacional de nacimientos de la comarca. Sólo en el claustro de la colegiata de San Fernando se acumulan figuras provenientes de Nápoles, Jerusalén o Suiza, entre otros. "También hay belenes de África y América que nos van donando y la intención es seguir incrementando la colección con recursos de diferentes tierras donde se celebra la Navidad", explicó el abad, Juan José Tuñón Escalada. "Este año se concentran la mayoría en el claustro por variar un poco y que la gente tenga oportunidad de conocer un lugar normalmente cerrado al público", aseguró. La Escolanía y la basílica de Covadonga cuentan con belenes propios. Todos ellos pueden visitarse de manera libre y gratuita, preferiblemente entre las 9.00 y las 19.00 horas hasta después de Reyes.

Algunos visitantes, como los ovetenses Manuel Fernández y Marcos Avello, no sabían de la existencia de la ruta belenística de Covadonga, pero quedaron "encantados" con la iniciativa. "En casa tenemos uno de plastilina pero nada comparado con esto. El de la entrada del claustro nos encantó porque tiene hasta agua hirviendo en una pota", explicaron.

La iniciativa también gustó a los cántabros José Antonio Gutiérrez y Beatriz Laso, que llegaron desde Vioño acompañados de su perrito "Ronny". "La ruta está entretenida. El de la entrada del claustro nos gustó porque es el clásico de toda la vida y nos llamó la atención el africano, elaborado con madera, porque no sabíamos que había costumbre de poner nacimientos en ese continente", relataron. En la misma línea se expresaron los ovetenses Cristina González y Estíbaliz Villoda. "El suizo es pequeñín pero está guapo y los americanos hechos como en arcilla también. Es una iniciativa buena y esperamos repetir", confesaron antes de dirigirse a ver el de la basílica, diseñado por el sacristán José Ángel Vecino. El sacristán, que lleva 19 años montando el belén, contó que la obra le llevó un mes de trabajo "que mereció la pena". El belén cuenta con un centenar de piezas entre las que no faltan detalles como fuentes con agua real o la aparición del ángel. "El niño no lo ponemos hasta el 24 y hay gente que piensa que nos lo han robado", cuenta. "Casi todo el belén de la basílica son piezas que antes estaban en la cueva. Hay algunas que tienen más de dos décadas", contó el sacristán, que empleó para la decoración vegetación de cepas de uvas leonesas. En la Escolanía también luce un nacimiento gracias a la colaboración de escolanos como Miguel de la Vega o Juan Pablo García. "Ayudamos a las hermanas trayendo ramas, piedras y musgo. Nos gusta la ruta de belenes porque da mucho ambiente", concluyeron.

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