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El Kaype, lo único de lo que hablar en Barru

La temporada baja ha vaciado la localidad, de las más turísticas de Llanes, y sus vecinos se entretienen en debatir sobre si ha de tirarse o no la mole del hotel

El edificio del hotel Kaype que debe derribarse, ayer. EMILIO G. CEA

Gatos merodeando entre los andamios de la obra inacabada y caballos pastando junto a una finca aledaña a la edificación que ha hecho temblar los cimientos del Ayuntamiento de Llanes. Éste es el desangelado ambiente que rodea al hotel Kaype, en Barru, de nuevo centro de la polémica urbanística después de que la juez titular del Juzgado de lo contencioso de Oviedo, Pilar Martínez Ceyanes, haya ordenado la demolición de las obras de ampliación del citado complejo hotelero situado en primera línea de playa.

Con la práctica totalidad de los negocios hosteleros de la zona cerrados por vacaciones, el silencio durante el día gris de ayer, con una fina lluvia que cayó durante parte de la mañana, tan sólo fue roto por el ruido de los tractores que se afanaron, desde primera hora, por sacar el ocle del arenal situado a los pies del Kaype.

Los pocos vecinos que merodean por Barru muestran diferentes puntos de vista sobre una realidad que, si se cumplen los peores augurios del actual equipo de gobierno llanisco, puede suponer que el Ayuntamiento de Llanes tenga que hacer frente a una indemnización a la propiedad por el derribo de lo construido que podría rondar los siete millones de euros, tras la anulación por parte del Tribunal Superior de Justicia de Asturias de las dos licencias municipales que dieron luz verde a la agrupación de fincas y a la ampliación del hotel. En relación a la sentencia que anuló la licencia de obra, este periódico ha podido saber que el recurso de amparo presentado por la promotora de las obras de ampliación del complejo hotelero ante el Tribunal Constitucional no ha sido admitido.

"Ves y escuchas entre la gente de todo. Los que dicen que ya era hora de que se tomasen cartas en el asunto y los que no dicen públicamente nada", aseguró un vecino. "¿Mi opinión sobre el tema del Kaype? Es muy clara. Creo que todo se reduce a un asunto político. A nadie le debería molesta el hotel. Desde que paralizaron las obras el año pasado, mucha gente se fue a la calle", asegura un residente mientras pasea en sentido Celoriu. "Al final pasa lo de siempre en Llanes. Han levantado la voz los que todo lo denuncian (en relación a los integrantes de la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes)".

"Si las obras no están dentro de la legalidad yo, como vecino de Barru que soy, estoy de acuerdo con que se tire", señalo otro lugareño. "Es una pena todo lo que está pagando pero las leyes están para cumplirlas", puntualizó. Su compañero de conversación durante el paseo que dio antes de comer por los aledaños del hotel habla con calma y mide las palabras que pronuncia en relación a la polémica. "Por lo que tengo entendido es un lío muy gordo. A mí, personalmente, no me molesta lo que estaban haciendo en el hotel", sentenció.

La reunión convocada por el cuatripartito llanisco a la que está invitado el PSOE, único partido en la oposición, para decidir si finalmente se recurre el auto que obliga a derribar la ampliación del hotel se celebrará finalmente mañana al mediodía. Está por ver el siguiente episodio del largo culebrón del Kaype.

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