Se estrenaron cantando el "Gaudeamus hodie" (Alegrémonos hoy) y así viven cada ensayo semanal. La parroquia San Cristóbal el Real de Colunga ha creado su propia escolanía, un conjunto de casi treinta voces blancas que el pasado día 13 se estrenó en su primer concierto no litúrgico con la orquesta "Sinfonietta Concertante" de Oviedo.
La semilla la pusieron los integrantes del coro parroquial de personas mayores, quienes acudieron a la sacristía para comentar con el párroco, Gaspar Muñiz Álvarez, el problema de envejecimiento que había en esta formación. El sacerdote pertenece a la Federación Internacional de Pueri Cantores y está acostumbrado a trabajar en coros infantiles, así que se puso manos a la obra y difundió la idea entre los sesenta niños que acuden al catecismo en la parroquia.
"Estamos empezando, todavía en el proceso de formación de voces. Los niños están contentos y yo también", explica Muñiz antes de avanzar que han sacado tres becas para que otros tantos integrantes de la escolanía estudien órgano en la escuela municipal de música. Esto es positivo, apunta el párroco, para que la parroquia tenga organistas y también porque supone una posibilidad de que los aprendices se ganen la vida a través de la música.
El cantor de menor edad tiene siete años y el mayor doce. La escolanía es mixta, pues desde 1991 la Santa Sede considera los coros de pueri cantores mixtos y no hace distinciones de género. Provienen de Colunga capital pero también de Pernús, Carrandi, Gobiendes y otros pueblos del concejo e incluso se han dado casos de chicos que se apuntaron a la escolanía "por la música", sin pertenecer a la parroquia, y luego "pidieron entrar en el catecismo", destaca Muñiz, para quien "es un arma pastoral muy buena". Ninguno de los cantores había tenido, "gracias a Dios, un contacto anterior con la música", advierte el religioso, agradecido porque "normalmente, quienes han tenido contactos anteriores, llegan muy maleados. En el tema de la voz hay que tener mucho cuidado, se la puedes estropear", añade. Pueden llegar a la escolanía "confundiendo cantar con solfear" y el párroco apuesta por hacer lo primero "de forma natural". A diferencia de los coros de adultos, en los que hay diferentes registros, en la escolanía sólo hay voces blancas que necesitan un cuidado especial, pues están cambiando. Quien las dirige ha de tenerlo en cuenta "para que el desarrollo de la voz sea natural y no se fuerce. Si se hace, el niño puede tener problemas para toda la vida", afirma el religioso al tiempo que apunta: "de forma natural, la voz sola se va colocando y situando".
Gaspar Muñiz sabe por propia experiencia que si el primer contacto con la música "es a través del canto, suele ser un recuerdo muy agradable. Es una experiencia muy buena" que los cantores pueden aprovechar, además, para "profundizar en los estudios musicales", pues los conocimientos adquiridos "ayudan un montón". Antes del estreno con la orquesta "Sinfonietta Concertante" de Oviedo la escolanía colunguesa ha estado en capillas pequeñas que no tienen dinero para pagar un coro o en celebraciones importantes de las parroquias del concejo.
La escolanía empezará ahora a reclutar voces nuevas, un proceso que deberá estar concluido antes de finales de febrero, pues será el día de Pascua por la mañana cuando celebrarán la imposición de túnicas, un uniforme rojo que les identifica como cantores de la parroquia. El objetivo a futuro es, precisa el sacerdote, "ir creciendo coralmente y ampliando el repertorio" y encontrar un pianista acompañante, un proceso en el que están inmersos.
Por otra parte, en menos de un año quieren pasar a formar parte de la Federación Internacional de Pueri Cantores, una "gran familia de coros de niños" que cada dos años canta ante el papa y anualmente se reúne con cantores de toda España en unos encuentros donde "juegan, cantan, rezan siempre desde una postura muy libre y natural", relata Muñiz, quien disfruta compartiendo una experiencia, la de cantar, que le ayudó mucho en su vida.
