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Manuel Chaso, veterano en lides electorales

Antiguo empleado de una imprenta, a sus 87 años actuó como interventor en los últimos comicios, como ha hecho desde la Transición

Manuel Chaso, con su distintivo de interventor en las generales. J. M. CARBAJAL

A sus 87 años de edad, Manuel Chaso Cortina, es uno de los interventores más veteranos de España. Fiel al Partido Popular y antaño a la extinta AP, el pasado 22 de diciembre cumplió su cometido en la mesa que le tocó en turno en el instituto Rey Pelayo, en Cangas de Onís. Lleva décadas realizando esos menesteres, desde la Transición. Eso sí, en alguna oportunidad le tocó "lidiar" en otras plazas rurales del mismo concejo, tales como La Riera o Mestas. Después de tantos lustros se encuentra curado de toda clase de espantos, aunque se ve en la necesidad de salir en más de ocasión a las puertas del colegio para fumarse un cigarrillo, dada la prohibición de hacerlo dentro del mismo. Eso sí, aguanta imperturbable las maratonianas jornadas electorales.

Nació el 22 de julio de 1928, en el barrio de El Fondón. Iba para peluquero, pues se inició de aprendiz cuando contaba 13 años en La Moderna, fundada a finales de la década de los años treinta del siglo pasado por José Martínez, "Pin", y Crisantos Paniceres, localizada en la avenida de Covadonga. Fue un paso fugaz. Y es que apenas unos meses después de comenzar en la peluquería el empresario de artes gráficas José Luis Pérez Quesada le ofreció un trabajo de pinche en La Imprenta, antes ubicada en un bajo de la calle Bernabé Pendás y que, con el transcurso del tiempo, se acabaría trasladándose a la de San Pelayo. Allí, además de los diversos trabajos de artes gráficas, se editaban los semanarios "Somos" y "El Auseva". Chaso se retiró a los 58 años.

Persona sumamente inquieta, "Chaso, el de La Imprenta" siempre estuvo dispuesto a poner su granito de arena en cuantas actividades se organizasen en Cangas de Onís y alrededores. Baste como ejemplo que durante cuatro décadas ejerció de juez-árbitro en la tradicional Subida a la Porra de Enol, evento que se celebrada con motivo de la Fiesta del Pastor, en los Picos de Europa. Se lo propuso el que fuera alcalde Emilio Rodríguez Hormilla y la continuó con los demás regidores, tanto de UCD, como del PP o PSOE. Hiciese niebla, lloviera o apretase el sol, era el encargado de verificar que los pastores que participaban en la carrera de montaña hacían cumbre en la mítica Porra antes de lanzarse a tumba abierta hacia la meta, situada en la campera de la Vega de Enol.

Hubo unos años en los que Manolo Chaso compatibilizada su profesión con la de encargado de la entrada a la discoteca Galaxia, epicentro de la movida nocturna local en los ochenta. Entre tanto, sacaba algo de tiempo para disfrutar de su Cánicas AC, del cual formó parte en diferentes etapas, llegando a lucir alguna vez la camiseta del histórico equipo, así como despachar toda serie de tareas, sobremanera la de delegado de campo, en el seno de las diferentes juntas directivas -incluida la época de la "ruta del oro", con la consiguiente desaparición del club- que rigieron los destinos de esa institución deportiva. Hoy en día, el octogenario dirigente aún se acerca cuando la ocasión lo requiere al Nuevo Santa Cruz para echar una mano.

Realizó el servicio militar en Salamanca, perteneció a la Masa Coral "Peña Santa" -que se fundó allá por 1957, bajo la dirección de Ramón A. Prada Vicente- y fue partícipe de la puesta en escena de dos zarzuelas: "La verbena de la paloma" y "Agua, azucarillos y aguardiente", dirigidas y supervisadas por el también cangués Manolo Mori Sánchez. En 1961 Manolo Chaso contrajo matrimonio con Carmina Cuesta Acosta, oriunda de Sotu Cangues, en la vieja iglesia de Cangues d'Arriba. Tienen dos hijos -Javi y Covi- y cinco nietos -Marta, Ana, Álex; Tatiana y Ramón-. Con sus años rebosa vitalidad, madruga para hacer los recados y disfruta de la vida.

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