Los animales más bendecidos están en Villaverde, donde la fiesta de San Antón gana cada año más adeptos. Medio centenar de personas se dieron cita el domingo en la capilla de la localidad amievense para pedirle al patrón de los animales protección para sus mascotas. Un borrico, varios terneros, gallinas y numerosos perros fueron sólo algunos de los "bichos" que se dejaron ver por Villaverde. El párroco de Amieva y Ponga, Alejandro González Alonso, fue el encargado de bendecir a los animales. Los ganaderos del concejo con mayor número de reses optaron por una opción más práctica dada la dificultad de movilizar a toda su cabaña: le pidieron al párroco agua bendita para trasladarla a sus cuadras.

Tras el acto religioso con motivo de la fiesta de San Antón, los vecinos y visitantes disfrutaron de una espicha en la antigua escuela del pueblo, en la que no faltaron comidas típicas como tortillas hechas por los lugareños. "Da gusto ver que la capilla se queda pequeña y que cada año se suma más gente", comentaron los feligreses en referencia a la afluencia creciente de público.