Los recientes incendios declarados en la zona de Llanes durante el pasado mes de diciembre le pueden salir muy caros a los ganaderos locales. La preocupación por los posibles acotamientos que podría sufrir el terreno quemado, quita el sueño al sector. Media docena de ganaderos mantuvo ayer una reunión en el Ayuntamiento de Llanes con el concejal de Agroganadería, Javier Martínez (Foro), en la que pidieron que el Consistorio interceda ante la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para que no acoten al pastoreo la zona quemada en el monte Río Nueva.

Los ganaderos que acudieron a la reunión tienen sus explotaciones en los pueblos de Llamigu, Los Carriles y Nueva. Todos ellos expusieron al edil la delicada situación en la que se encuentran, como mínimo, un total de 20 explotaciones, incluyendo a ganaderos de los núcleos de Piñeres y de Pría.

Las consecuencias del espectacular incendio declarado el pasado 28 de diciembre en las proximidades de Nueva, que obligó a cortar al tráfico la carretera AS-340 que une la capital del valle de San Jorge con la localidad de Llamigu, puede poner en riesgo el futuro laboral de muchos de ellos.

El acotamiento del pasto que, fruto de los incendios, presumiblemente crecerá en estos terrenos cuajados de propiedades comunales dejará a muchos ganaderos sin el terreno adecuado para desarrollar su actividad con normalidad.

Según los cálculos de los afectados, el incendio de diciembre arrasó un total de 200 hectáreas, con la particularidad de que el fuego se fue propagando en círculo, salvándose de las llamas sólo la zona central del monte. El espacio restante, no afectado por la virulencia del fuego, no tiene capacidad, según los ganaderos, para acoger los rebaños de ganado ovino, lanar, caprino y caballar que habitualmente pastan en la zona del Río Nueva.

Recuerdan, a su vez, que en este lugar ya hay en la actualidad un acotamiento de pastos realizado por el Principado de Asturias sobre una superficie de 80 hectáreas. Los veinte ganaderos afectados confían en que la intercesión de la Junta Ganadera Municipal, y el Ayuntamiento de Llanes ante la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales sirva para que no se proceda al acotamiento de pastos aquí. A este respecto, advierten que, de llevarse a cabo la prohibición para acceder a los pastizales, se verían abocados a una situación muy delicada, puesto que no tendrían ningún lugar al que poder llevar el ganado y, como consecuencia más inmediata, tendrían muy complicado el cumplimiento de los requisitos exigidos por Política Agraria Común (PAC).

El objetivo ahora pasa por buscar una solución de consenso para todos y evitar más daños por culpa del fuego.