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El alcalde llanisco ve de "sentido común" la prohibición de viviendas en La Talá

El PSOE reclama al gobierno que considere los terrenos como una zona de expansión natural de la villa en el futuro Plan General de Ordenación

Una decisión "de sentido común". Así calificó ayer el alcalde de Llanes, Enrique Riestra Rozas, la conclusión a la que ha llegado la Comisión de Urbanismo del Principado (CUOTA) en relación a los terrenos de La Talá adelantada por LA NUEVA ESPAÑA. El organismo considera el suelo como no urbanizable, que sólo puede albergar edificaciones vinculadas a usos agrarios o ganaderos o de utilidad pública o social, al menos, hasta que se aprueben un nuevo plan general y otro plan parcial.

"En la Talá es imposible obviar el histórico judicial que arrastra", señaló. Para el regidor llanisco lo ocurrido aquí es fruto del empecinamiento del PSOE. "Estamos hablando del paradigma de la especulación urbanística y un perfecto ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas", dijo. El gobierno asegura que el futuro de La Talá lo determinará el nuevo PGO que pretenden redactar.

El organismo autonómico -ante una consulta del propio Ayuntamiento sobre una petición de un particular de construir en tres parcelas de este lugar- desautorizó los informes de la arquitecta municipal de Llanes, quién había concluido que La Talá era suelo urbano, y el TAG de Urbanismo, que señaló que las parcelas objeto de consulta "han de ser consideradas como suelo urbano, al contar con acceso rodado, abastecimiento de agua, evacuación de aguas y suministro de energía eléctrica y estar integradas en la malla urbana de la villa".

Por su parte, el portavoz del PSOE, José Herrero, asegura estar de acuerdo con la CUOTA en el aspecto referido a que no se puede considerar el suelo de La Talá como urbano ni dar nuevas licencias de construcción, "al no haber ni PGO ni plan parcial". Por contra, el exedil de Urbanismo disiente de la CUOTA cuando este organismo habla de La Talá en la resolución como ilegal. "Cuando se urbanizaron estos terrenos estaba en vigor un PGO y un plan parcial que había pasado todos los procedimientos", dijo.

De cara al futuro, Herrero pide la elaboración de un plan general en el que se califique La Talá "como una zona de expansión natural de la villa", cumpliendo, eso sí, con todas las normas de respeto y protección medioambiental que se determine. El portavoz del PSOE puso en tela de juicio la intención del cuatripartito de hacer un nuevo PGO: "Creo que no existe voluntad alguna de sacarlo adelante".

El abogado de la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), Javier Calzadilla, valoró la resolución de la CUOTA. "Viene a corroborar lo que AVALL lleva defendiendo desde hace años. La Talá es un suelo no urbanizable o rústico y, por lo tanto, no se puede construir allí", señaló. El letrado entiende que ni con la elaboración de un nuevo planeamiento la situación de estos terrenos podría cambiar.

"La jurisprudencia del Supremo impide legalizar construcciones ilegales a través de un Plan General de Ordenación, por lo que entendemos que esos terrenos quedarán como suelos no urbanizables y, lo construido hasta la fecha, como fuera de ordenación", subrayó. Calzadilla anunció que desde el momento en el que se dé el pistoletazo de salida a la tramitación del nuevo planeamiento de Llanes "defenderemos que La Talá es un suelo no urbanizable. La CUOTA lo dejó muy claro", dijo.

Para la secretaria de AVALL, María José Rodríguez, estamos ante el certificado de defunción de La Talá". Rodríguez manifestó que, desde una óptica política, "no entenderíamos que el nuevo equipo de gobierno se volviese a meter en el jardín de la Talá". En la finca, "joya" de los planes urbanísticos de Llanes que anularon los jueces, estaba prevista la construcción de 500 viviendas.

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