Adolfo Rodríguez Menéndez (Sariego, 1955) es empresario y uno de los fundadores (junto al científico Carlos Gutiérrez Blanco) de "Tertulias en Llanes", una asociación con casi tres años de recorrido.
-¿Qué necesidad quisieron satisfacer con la creación de "Tertulias en Llanes"?
-Llanes tiene bastantes actividades culturales, pero todas dirigidas hacia las tradiciones, a la vida e historia del concejo. Eso lo respetamos y nos parece muy bien, pero somos bastante más defensores de la cultura universal y entendimos que había hueco para crear un espacio de encuentro y debate. Mucha gente dudaba de que pudiera tener eco, pero llevamos ya casi tres años y han pasado más de 70 personas de prestigio por las tertulias, que han tenido más de 4.000 asistentes.
-¿Cómo seleccionan los temas que llevan a la tertulia?
-Queríamos hablar de todo aquello de lo que no se hablaba, de lo que se hablaba poco, en voz baja. Siempre procuramos que existan posiciones diferentes, sin las excentricidades de los medios de comunicación audiovisual, con normalidad pero con debate. Hemos abordado la eutanasia, la violencia de género y las prisiones, entre otros muchos temas. Mañana trataremos la aconfesionalidad del Estado y la siguiente será sobre la prostitución.
-La constitución como asociación ha traído, entre otros, una extensa programación de cursos que presentaron esta semana. ¿Qué otros proyectos tienen para esta nueva etapa?
-Hemos visto que estamos en un municipio de excelencia turística, pero tiene los mismos problemas a nivel social, laboral y de carencia de servicios. La asociación se creó con dos patas, la promoción de la cultura universal y el compromiso con las personas. A partir de este segundo punto se abren un montón de ventanas, una de ellas un proyecto que presentaremos en tres semanas, "Voluntarios contra la soledad". Serán voluntarios que se dediquen a acompañar a personas mayores o con alguna discapacidad que viven solas, a compartir tiempo con ellas, a poner palabras y oídos. Se va a desarrollar de acuerdo con la gerencia del área sanitaria sexta y la Concejalía de Servicios Sociales. El proyecto nace en Llanes, pero tiene todas las perspectivas de consolidarse en poco tiempo en el Oriente. También queremos crear unos premios a la ejemplaridad humana. Echamos de menos un premio a la dignidad, la ética, la coherencia. Ya hay dos miembros que han acepado formar parte del jurado, el teólogo Juan José Tamayo y el doctor Carlos Suárez. En otoño esperamos convocar los de 2017. No va a haber premio económico, son personas que tienen compromiso social y saben de lo que hablamos.
-Uno de los principales problemas del concejo y de la comarca es la falta y precariedad del empleo. ¿Tienen alguna iniciativa al respecto?
-Nos hemos acercado a ciertos sectores y queremos fomentar el cooperativismo social en Llanes. En dos meses aproximadamente estarán funcionando dos cooperativas sociales en el concejo, una dirigida específicamente a la mujer, donde pretendemos dignificar las condiciones laborales precarias y sobre todo los salarios de trabajos asociados al sector servicios como la hostelería, la geriatría, la limpieza o la jardinería. Hay otro proyecto que va más lento, es más complejo, para fomentar la autonomía de los discapacitados. Está basado sobre todo en el sector primario y probablemente lo desarrollemos con alguna otra asociación del Oriente.
-Todo este movimiento lo está generando la sociedad civil. ¿Quieren demostrar que se puede?
-Cuando era pequeño y pasaba tiempo con mis abuelos en Sariego eran muy habituales las andechas o sestaferias, en las que toda la gente se unía para hacer un trabajo común. En estos tiempos donde la economía no es fácil no podemos estar pensando que papá Estado nos lo va a dar todo. Tenemos que organizarnos para hacer cosas.
-Están preparando un encuentro nacional de cantautores para el mes de abril. ¿Qué nombres tienen confirmados?
-A día de hoy hay confirmados once cantautores: Amancio Prada, Pablo Guerrero, Luis Pastor, Jerónimo Granda, Javier Muguruza, Elisa Serna, Xuacu Amieva, Marina Rossell, María del Mar Bonet y Quico Pi de la Serra. Ese fin de semana se esperan cuatro o cinco mil personas en Llanes, se va a montar una exposición inédita con la obra gráfica y audiovisual de todos esos cantautores, de alguno que no puede venir porque está fuera, como Víctor Manuel, y de las fundaciones de Lluis Llach, José Antonio Labordeta y Carlos Cano, entre otros. Se proyectarán, además, una veintena de documentales, películas y cortos y se harán otras actividades. Dada la importancia del turismo cultural, y aunque es verdad que las grandes ciudades españolas concentran la mayor parte, queremos demostrar que desestacionalizar el turismo en la comarca oriental con actos culturales es posible.
-¿Cómo se financia "Tertulias en Llanes"?
-En dos años y medio no hemos solicitado ayuda ninguna porque no la necesitábamos, todos los invitados que hemos tenido han venido de forma gratuita y muchos se han quedado en nuestras casas. Ahora queremos constituirnos en una fundación porque con tantas actividades en marcha no podemos sacrificar tiempo y recursos de todos los miembros. La administración nunca ha sido generosa con el mundo de la cultura y tampoco son buenos tiempos, tendremos que buscar caminos en el sector privado y soluciones mixtas, colaboraciones entre entidades privadas y públicas. El concierto, por ejemplo, costará unos 80.000 euros y el 80 u 85 por ciento se financia con las entradas, aunque partimos de una renuncia importante del caché de todos los cantautores. Si no, sería inviable.
-Nacieron con un gobierno de mayoría absoluta socialista y ahora conviven con un equipo cuatripartito. ¿Qué cambios han notado?
-Percibimos un cambio radical en términos culturales y de comunicación. Con el equipo de gobierno anterior convivimos dos años y no conocemos ni un solo miembro que haya estado en nuestros actos ni que haya ofrecido colaboración en algunos momentos en que la hemos necesitado. El equipo actual, formado por cuatro partidos ideológicamente muy dispares pero que con la política municipal y la proximidad a los vecinos demuestran que no son tantas las diferencias, tenemos colaboración, están informados de todo lo que pretendemos. Luego hay otro cambio importante, que tiene que darse: hemos detectado que en este concejo había cultura clientelar. Yo tengo una idea y al minuto sólo tengo que ir a pedir dinero al Ayuntamiento. La concesión de esa ayuda conllevaba un cierto clientelismo y sumisión y cualquier movimiento cultural siempre tiene que ser transgresor.
