"Rotos de dolor". Así confesaban sentirse las decenas de personas que ayer se acercaron a despedir a María Jesús Martínez Piniella y mostrar su apoyo a la familia. Todos coincidían en señalar que Susi -así la llamaban sus amigos- "era una persona con buen carácter y que luchó hasta el final". Martínez, que durante tres décadas ejerció como profesora en el colegio público de Infiesto, falleció la pasada madrugada a los 59 años de edad en el Centro Médico de Oviedo, en el que llevaba ingresada desde el lunes tras hacer frente a una larga enfermedad que la llevó a jubilarse anticipadamente en enero del pasado año.

La profesora, que nació en Infiesto en 1956, fue junto con su marido, el profesor vallisoletano Andrés Aguado, organizadora de competiciones deportivas como el cross del colegio de Infiesto (uno de los más antiguos de Asturias), la Milla Internacional de Infiesto, la milla urbana de Gijón o el cross de La Campa. El pasado 15 de enero fue reconocida con el galardón a los valores humanos en la gala del deporte de Piloña "por haber dedicado muchos esfuerzos al desarrollo del deporte en Piloña y en Asturias".

Martínez Piniella, que estudió Magisterio en la Universidad de Oviedo y era pianista profesional y catequista en la iglesia parroquial de Infiesto, deja un recuerdo "imborrable" entre quienes la conocieron, según señala Tino Sierra, presidente de la Coral Polifónica Piloñesa, de la que Martínez formó parte como contralto. "Estamos rotos de dolor. El jueves fue una compañera a visitarla a Oviedo y Susi le pidió que nos diera un beso a todos. Siempre nos tenía muy presentes", explicó Sierra. El colectivo musical cantará mañana, a modo de homenaje, en la misa que se celebra en la iglesia de Infiesto a las 17.30 horas.

La comunidad educativa también estaba ayer de luto y fueron muchos los jóvenes que quisieron dar el último adiós ayer a la profesora. También la directora del colegio público de Infiesto, donde Susi ejerció desde 1983 hasta su jubilación anticipada, el 7 de enero de 2015, mostró su pesar por la pérdida. "Nunca tuvo una mala palabra con nadie. Tanto ella como su marido son buenos compañeros que están siempre dispuestos a colaborar en todo. Se encargaba de los festivales de Navidad y gracias a ellos tenemos uno de los mejores y más antiguos crosses escolares", explicó Laura Fresno. Sus colegas de profesión también quisieron despedirse de una profesora "muy niñera, que siempre estaba rodeada de guajes y muy orgullosa de sus dos hijos, Juan y Andrés", según apuntaron profesores del instituto de Infiesto como José Antonio Martos e Isabel Ortea.

Los ramos de flores y coronas en señal de cariño y respeto de familiares, amigos, alumnos, deportistas y vecinos fueron llegando hasta el tanatorio de Infiesto hasta colapsar la sala número dos, aunque el que más destacaba era el de su nieta pequeña, Teresa. Entre quienes mostraron su dolor estaba la presidenta del club Infiesto Atletismo, Beatriz Valiente. "A nivel personal es una gran pérdida porque fue mi tutora y luego el deporte nos unió. Me marcó la fuerza que tenía, siempre dando ella ánimos a los demás, es un ejemplo a seguir", contó. Una visión que comparte Juan Carlos Paradona, presidente del Club Piloña Deporte. "Era agradable y cariñosa y nos acarretaba a mí y a otros atletas como Isaac del Valle, José Junco o el fallecido Juan Puerta en su Ford Fiesta para que pudiéramos competir en Perlora o Gijón", recordó. También el alcalde piloñés, el socialista Iván Allende, tuvo palabras de recuerdo. "Es un día muy triste para Piloña. Se nos ha ido una persona muy querida y que ha dedicado muchos esfuerzos en favor de nuestro concejo", dijo.