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En representación de la familia | Zapata Sánchez-Conde

El palacio de Partarríu y los "guardianes del patrimonio"

El futuro de un edificio histórico de la villa llanisca y la propuesta de la propiedad para lograr su rehabilitación

La familia Zapata Sánchez-Conde, conocida popularmente en Llanes como "Los Partarríu", mantenemos la tradición familiar de seguir con interés todas las manifestaciones culturales que se desarrollan en el concejo, participamos en muchas de ellas y, con especial atención, en las que tienen por objeto el patrimonio inmobiliario, circunstancia muy ligada a nuestra condición de ser propietarios del Palacio de Partarríu, tan de actualidad en los últimos meses y sobre el que se han vertido recientemente opiniones desde este diario a las que deseamos, y nos parece obligado, dar respuesta.

Como interesados en el patrimonio inmobiliario de Llanes, permítasenos recordar los palacios de Los Altares, Santa Engracia, La Concepción o La Guía, por solo citar los que nos vienen a la memoria de entre un número desgraciadamente largo, y cuya esplendidez pasada solo podemos acreditar hoy acudiendo a grabados y reproducciones antiguas o, en el mejor de los casos, a reportajes fotográficos. Las preguntas vienen solas: ¿Por qué no supimos (o pudimos) conservarlos? ¿Qué han hecho los defensores de "nuestro patrimonio cultural" para conservarlos? ¿Acaso no son responsables de su deterioro, primero, y su ruina posterior quienes desde sus posturas maximalistas y gratuitas han bloqueado cualquier iniciativa de sus propietarios para viabilizar su conservación? Se reconfortan con sus análisis aparentemente bienintencionados, siempre teóricos, y que sin aportar soluciones descansan en hacer cargar sobre la propiedad lo que, en un cínico ejercicio de apropiación intelectual, denominan "nuestra herencia patrimonial". Qué fácil es utilizar el "de todos" para conseguir adhesiones, en tanto sus propietarios, incapaces de soportar su costoso mantenimiento, ven abocados estos patrimonios a la degradación y la ruina.

Y nadie tan justificada como nuestra familia para hablar en estos términos, pues hace ya más de una década que, ante el evidente deterioro del Palacio, hemos venido reclamando alternativas ante las sucesivas administraciones, que han optado por la indiferencia y el silencio como respuesta, atenazadas, hay que remarcarlo, por "la sensibilidad" que todo lo relacionado con el urbanismo genera en Llanes desde tiempo ha. O se han servido de sacar a colación otras discutidas actuaciones llevadas a cabo en el concejo como coartada para su inmovilismo e ineficacia. Son estas mismas administraciones y sus cercanos defensores de "nuestro patrimonio cultural" los que vocearán en cada momento y con cada pérdida lo insoportable de la situación y la urgente necesidad de tomar medidas más estrictas; se llenarán la boca y cerraremos otro capítulo.

Cansados de esperar, pero no vencidos, y urgidos por el deterioro que el Palacio de Partarríu presenta en la actualidad, planteamos hace algo más de un año a la corporación municipal de entonces una actuación urbanística, compatible, como no podía ser menos, con la singular situación de falta de un Plan General de Ordenación para el concejo de Llanes.

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