María del Pilar González Bulnes nació en Ribadesella, donde todo el mundo la conoce como Mary Lar. Estudió Trabajo Social en Madrid, trabajó en el Principado y en la actualidad está jubilada. Preside la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Ribadesella, que en 2017 cumplirá 25 años de andadura.
-¿Qué le parecen los planes anunciados por el gobierno regional esta semana para relanzar el Camino de Santiago en Asturias?
-Nosotros estamos encantados, para nosotros es una gran noticia. Estamos a la espera de que se pongan en comunicación con nosotros, a su disposición. Para mí fue una sorpresa.
-¿Se tenía un poco descuidado el Camino desde el Principado?
-No es que se tuviera descuidado, la Consejería de Cultura ya mantenía reuniones con el presidente de la Agrupación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, Laureano García. Entiendo que el que hacen ahora es un acercamiento hacia todas las asociaciones, a otro nivel. No creo que antes se tuviera desatendido el Camino, pero ahora se le va a dar mucha más importancia.
-El albergue riosellano, ubicado en San Esteban de Leces, está entre los que más han crecido en pernoctaciones. ¿Lo han observado?
-Sí, en el año 2010 se hizo obra en el albergue, que pasó de tener 24 a 38 plazas, además de otra serie de mejoras. Aquel año hubo un total de 2.322 pernoctaciones, una cifra que en 2015 subió hasta las 2.813. Otra cosa que notamos es que el Camino se va desestacionalizando, porque antes eran sólo los meses de verano y ahora la gente empieza a venir mucho antes. En abril, por ejemplo, hubo 175 pernoctaciones. También se alarga más, pues en octubre hubo 108. El verano sigue siendo la temporada más potente, pero ahora hay peregrinos en otras épocas también.
-¿A qué se puede deber este aumento?
-El Camino está teniendo una repercusión tremenda. En junio de 2015 fuimos al primer congreso mundial de asociaciones del Camino de Santiago que se celebró en Santiago de Compostela y había representaciones de China y Sudáfrica, que parece increíble. Últimamente tomó muchísimo auge y puede ser por la divulgación que se hace, pues cada peregrino va a Santiago por un motivo. Hace unos años era algo que sí, existía, la gente iba a Santiago y punto. No recuerdo ver peregrinos cuando era pequeña, aunque los habría. Ahora, si vienes de la playa de dar un paseo, te encuentras fácilmente a seis cruzando el puente de Ribadesella.
-¿Qué necesidades tiene ahora el albergue?
-En estos momentos creemos que está bastante bien. Cuando se hizo aquella obra se aumentó el número de duchas, se habilitó un espacio para que hubiera cocina, microondas, etcétera. Estamos hablando de un albergue de peregrinos, no de un hotel de cinco estrellas. Ahora creo que tenemos que comprar un par de deshumidificadores.
-¿Qué opinan de la limpieza y señalización del tramo riosellano del Camino?
-Hay veces, cuando llueve mucho y es primavera, que desbrozan hoy y la semana que viene ya está otra vez intransitable. Nosotros lo ponemos en conocimiento del Ayuntamiento y la verdad es que siempre se nos atendió muy bien. Hubo un problema con las señales, que podían dar lugar a confusión, pero enseguida se cambiaron. Las nuestras, las amarillas. Por alguna parte del Camino pasan tractores y cuando llueve mucho se embarra y se forman charcos. Eso se trató de subsanar, pero la última vez que avisamos no había llovido, recorrieron todo el tramo que les indicamos y no había ni un mal charco.
-¿Qué dicen los peregrinos que pasan por el concejo?
-El día de Santiago hacemos una pequeña fiesta en el albergue con los peregrinos que estén allí. Siempre aprovechamos para preguntar qué tal encontraron el Camino y nos han dicho que, en comparación con otros sitios, estupendo.
-¿Qué actividades promocionales realiza la asociación que preside?
-Se ha hecho en el seno de la asociación Amigos de Ribadesella, que en el año 2004 se hizo cargo del colectivo de amigos del Camino de Santiago. Se ha editado un libro de acuarelas sobre el camino y se hace una actividad con los niños del concejo, los hombres y mujeres del mañana, con los que recorremos el tramo de Camino desde Belmonte, adonde llegamos en tren, hasta Ribadesella. El año pasado fuimos con el colegio Nuestra Señora del Rosario y esta primavera lo haremos con los de Manuel Fernández Juncos. Antes de realizar la actividad hablamos con los profesores, que les explican qué es el Camino y por qué se hace. Y después realizan varias tareas relacionadas con lo que han visto.
-¿Cree que se debería apostar por la difusión internacional?
-Yo creo que está suficientemente promocionado. Si no lo estuviera, no habría tal cantidad de asociaciones ni de peregrinos, también extranjeros. De las 2.813 personas que pasaron en 2015 por el albergue de Ribadesella hubo 1.966 peregrinos internacionales, casi un setenta por ciento. De estos, el 25 por ciento procedía de Francia, el 23 por ciento de Alemania, de Italia un 7 por ciento, de Reino Unido y Bélgica un cuatro por ciento, de Holanda e Irlanda un dos por ciento y de Portugal un uno por ciento.
-¿En qué consiste el proyecto "Dar sombra al Camino", en el que su asociación trabaja en la actualidad?
-Es un proyecto que surgió mientras tres miembros regresábamos de Cantabria, de una reunión del Camino. Comentamos que la empresa Edp tiene árboles y que había zonas del Camino que están muy desoladas, en las que cae el sol de plano, y nos propusimos intentarlo. Es un proyecto a cinco años, extensible a otras comunidades autónomas, aunque se va a empezar aquí en Ribadesella, concretamente en la zona de Vega. También se hará en el concejo de Valdés, en una zona que se llama la sierra de los hospitales. Estamos a la espera de que sea tiempo para poder plantar los árboles de acuerdo a las características que tenga cada zona.
-¿Cómo cree que podría abordar la hostelería local el tema del Camino, dado que parece ser una de las apuestas de futuro del turismo?
-Es un tema que tendremos que empezar a trabajar. Hasta ahora no hubo ninguna queja, pero se puede plantear a la asociación de Hostelería de Ribadesella, a la que queremos solicitar una reunión para ver qué podemos hacer en ese sentido. En otros sitios, por ejemplo, hay un menú de peregrino, un poco más barato.
