Intervenir en Cuevas del Mar sin tener en cuenta el criterio geológico puede costarle caro a la playa llanisca, avisan los expertos. El concejal de Playas de Llanes, Javier Ardines, de IU, ha planteado la retirada de cantos de la duna unos diez o quince metros para atrás, a su "estado natural", hacer acopio de arena en el frente marino y esparcirla sobre las piedras pasado el mes de abril, cuando los temporales hayan remitido.

El geólogo Germán Flor Blanco, profesor de la Universidad de Oviedo, explica que "la regeneración playera no es simplemente ir a por la arena del frente sumergido, tal y como le hicimos hacer saber al Ayuntamiento en su día. Hay que ver su situación y luego hacer un estudio sedimentológico de compatibilidad para no equivocarse e incorporar arena de distinta granulometría a la que normalmente tiene la playa", añade. El prisma sedimentario que hay en la zona sumergida puede que no sea homogéneo "y, en el afán de realimentar la playa, se podrían mezclar sedimentos de distinto tamaño de grano y distintos a los de la arena de la playa y a la postre no ser beneficioso para ésta".

El geólogo pone como ejemplo lo sucedido en la playa de Salinas en 2004, cuando se incorporó arena de distinto color y granulometría y apenas aguantó un año en la zona emergida. "Cada una tiene su dinámica y su sedimento, aunque sí es verdad que en ciertas zonas del litoral llanisco hay playas con similares características", añade el científico. Con todo, destaca que "cualquier actuación requiere de su estudio sedimentológico y de contaminantes, realizado por expertos y con el posterior consentimiento de la Demarcación de Costas".

Retirada de cantos

En cuanto a la duna de piedras que corona la playa de Cuevas, Flor Blanco explica que se trata de una "berma. No dejan de ser escalones que, en este caso, se han generado después de un temporal". Apunta que estos mismos cantos son, en parte, los que el pasado mes de julio los propios vecinos retiraron para conseguir un espacio más cómodo. Esta fue, a juicio de los geólogos, una actuación "totalmente negativa para la playa", puesto que los cantos "suponen la capa de material natural sobre la que se deposita la arena. En definitiva, son una capa estable que ha de mantenerse", concluye. En su opinión, debió haberse esperado a que la arena "hubiese vuelto de forma natural a la playa, a pesar de que no fuese del gusto del usuario".

El científico detalla cómo, "al haberse retirado los cantos, la playa queda más expuesta en caso de temporales fuertes y puede perder más sedimento". Esta hipótesis se reafirmó, añade, "con la recuperación de la mayor parte de los arenales llaniscos y de Ribadedeva", que quedaron sin apenas sedimento después de los fuertes temporales de 2014.