La nueva ordenanza de terrazas de Ribadesella tendrá el punto de mira, entre otros aspectos, en que los establecimientos no excedan el espacio autorizado y dejen un paso suficiente, que cumplan con las obligaciones de limpieza y que la tramitación de licencias sea más ágil. Así lo anunció la alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, de Foro Asturias, quien avanzó que la norma se votará en el pleno del 24 de febrero. La regidora había advertido de que las terrazas que no cumplan unos "mínimos" regulados en esta ordenanza no se podrán poner o se levantarán y apostó por acabar con el "agravio comparativo" entre quienes cumplen la norma municipal y quienes no lo hacen.

El respeto del espacio "se va a controlar, pero bien", en aspectos como dejar paso "al tránsito peatonal, a un vehículo de emergencias, a una persona con algún tipo de discapacidad o con un carrito de bebé", pone como ejemplo la regidora. Los establecimientos no podrán exceder la fachada de su local, salvo aquellos que tengan "autorización expresa y por escrito de los propietarios del edificio adyacente" para ocupar un área mayor, subraya Fernández Román. También se vigilará el cumplimiento del horario, el mismo de la anterior ordenanza.

Las terrazas podrán estar de ocho de la mañana a doce de la noche y los viernes, sábados, domingos y vísperas de festivos hasta la una de la madrugada. Del 15 de junio al 30 de septiembre se aumentará esta franja en una hora. "No se podrán colocar antes de las ocho de la mañana y se tendrán que recoger, como máximo, treinta minutos después de finalizar el horario, minimizando las molestias por el ruido", explica la Alcaldesa. La ordenanza distinguirá cinco zonas dentro del concejo, en las que los requisitos se adaptarán a las características específicas. Son el casco histórico, la Gran Vía, el puerto, la playa de Santa Marina y el resto. En este último apartado está incluida la zona rural. La nueva norma será, además, "un poco más leve" en cuanto a las características del mobiliario.

Lo que más se mirará será "la uniformidad estética y que no haya más publicidad que la del establecimiento", destaca la Alcaldesa. La norma, por otra parte, da preferencia a los muebles de madera y habla de evitar determinadas combinaciones de materiales. Fernández Román cree, en este sentido, que la calidad de las terrazas en Ribadesella es "muy buena, como en general los establecimientos hosteleros".

Los permisos se concederán por un año y finalizarán el 28 de febrero del año siguiente. "Para agilizar la tramitación, una vez finalizado el periodo de autorización y si no se modifican las concesiones, se dictará una resolución conjunta renovando los permisos durante el año siguiente", explica la Alcaldesa. Se establecen dos temporadas: la alta, que incluye la Semana Santa y del 16 de junio al 15 de septiembre, y el resto del año, que será considerado temporada baja. Queda eliminada la temporada media y se podrá obtener licencia para la alta o para todo el año. El precio de las terrazas se calculará por superficie en lugar de por mesas, pero "se ha compensado para que no hubiese subida" en esta tasa, apunta la regidora, antes de remarcar que "los precios de las terrazas llevan congelados cinco años".