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Ganaderos llaniscos se movilizan contra el acotamiento del monte Ríu Nueva

"Medidas como éstas nos están empujando a dejar nuestra actividad pues no hay pastos suficientes", alertan los profesionales afectados

Superficie de monte quemada en diciembre. EMILIO G. CEA

Como un jarro de agua fría. Así ha caído entre los ganaderos de Llamigu, Los Carriles, Nueva, Piñeres y Pría el anuncio de que la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales acotará al pastoreo, al menor durante un año, las 430 hectáreas de pastos comunales del monte Ríu Nueva, afectadas por los brutales incendios que asolaron la zona a finales del año pasado mes de diciembre. Sin estos pastos, la actividad ganadera que una veintena de profesionales practica en esta zona está en peligro Pero los ganaderos no se quedarán quietos: anuncian movilizaciones. Sin pastos, muchos de ellos se verán obligados a vender parte de las cabezas de ganado que poseen. En juego, la principal fuente de ingresos de veinte familias.

Marisa Gutiérrez Gutiérrez es una de las ganaderas afectadas. "Un año de acotamientos es suficiente para hacernos mucho daño. Las vacas no son algo que puedas guardar en un garaje. Sin los comunales del monte Ríu Nueva es imposible mantener a todo el ganado", explica. Gutiérrez no ve solución a la problemática, que puede echar el cierre a la actividad ganadera en la zona. "Mandar la vacas al monte Texéu (espacio que conecta con el Benzúa) no solucionará nada. Es un territorio con muy poco pasto y empinado. Solo valdría para tener bajas de animales", señaló. La ganadera de Los Carriles, casada en Llamigu, confía en que finalmente los técnicos recapaciten. "Estamos hablando de veinte familias afectadas, obligadas a vender las vacas a un precio de risa. No nos vamos a quedar de brazos cruzados", añadió.

José Ramón Peláez, de Los Carriles subrayó que los acotamientos "no solucionan nada" y solo sirven "para que paguemos más multas" pues es "muy difícil controlar las vacas que pastan por el monte y pisan estas zonas. Estamos pasando por un momento crítico. Veo bien que las quemas se organicen a través de la Consejería, pero de acotar, nada", señaló. Peláez debería echar al monte Ríu Nueva el próximo mes de mayo 40 vacas. Sin comunales asegura que se verá abocado a buscarse un nuevo trabajo.

Según José Ramón Gutiérrez, "los perjudicados siempre somos los ganaderos. Estas medidas nos empujan a dejar nuestra actividad pues no hay pastizales suficientes" para los animales, dijo.

Los ganaderos mantendrán una reunión en próximas fechas para diseñar una estrategia común y plantear la posibilidad de organizar movilizaciones.

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