Tres semanas. Es el tiempo de vida que ha tenido la acera que el Ayuntamiento de Colunga mandó construir a la entrada de la localidad de La Isla y que el pasado lunes una empresa externa comenzó a romper para meter la acometida de gas. Muchos de los vecinos que pasan por allí no comprenden por qué no se realizaron los dos trabajos al mismo tiempo y se racionalizó el gasto, pues ahora se ha destrozado un pavimento que apenas estaba transitado. Los primeros trabajos concluyeron el pasado 25 de enero y renovaron la entrada a la localidad.

Una amplia acera sustituyó entonces a la antigua cuneta, evitando así que los peatones se arriesgaran transitando por medio de la carretera. Por otra parte se instaló un completo alumbrado público, similar al de la senda que poco tiempo antes se había concluido entre La Isla y La Espasa. También se asfaltó toda la entrada a una localidad que en verano recibe a miles de visitantes cada día. Ahora, tan sólo tres semanas después, el pavimento recién estrenado ha crujido bajo la maquinaria y ante la atónita mirada de los vecinos, indignados con el gasto añadido que habrá supuesto para las arcas municipales esta segunda intervención. Esta obra comenzó el lunes y los operarios que trabajan en ella calculan que esté finalizada esta semana, aunque no precisaron el día concreto.

Los vecinos de La Isla están últimamente familiarizados con las obras, pues las que sirvieron para construir la acera entre la localidad y la playa de La Espasa formaban parte de un proyecto integral de mejoras en la N-632 en el que antes se construyó un paso peatonal que los conecta con Colunga.

El Ayuntamiento firmó un acuerdo con el Ministerio de Fomento por el que asumió la titularidad del tramo de la nacional que atraviesa el municipio y el departamento estatal se comprometió a financiar con 2,7 millones de euros las obras. Los trabajos del último tramo se adjudicaron a la empresa Sardesa por 518.414,2 euros, comenzaron en septiembre y finalizaron a mediados del mes pasado. El tramo que unió Sales con La Isla se inauguró en junio de 2013 e incluyó mejoras en la nacional a su paso por la villa de Colunga. Con todo, entre los partidos de la oposición no han faltado las críticas al convenio, pues creen que cuando la N-632 necesite mantenimiento el dinero de Fomento se habrá agotado y el concejo no tendrá fondos para afrontarlo. Pese a que no son estimaciones oficiales, el coste de este mantenimiento se ha calculado en unos 200.000 euros anuales.

Colunga, P. M.

La senda de La Isla a La Espasa, una obra concluida a mediados de enero, también ha provocado quejas entre algunos vecinos de La Isla y usuarios del paso peatonal. Dicen que incumple la legislación vigente en materia de accesibilidad y que, por ejemplo, una silla de ruedas no podría transitar por ella tal y como se acabó. Para habilitar la acera que une la localidad colunguesa con la playa también se realizó una actuación cuestionada, pues en lugar de aprovechar el tramo ya construido desde la entrada de La Isla hasta El Barrigón, la adjudicataria levantó la acera para construir la nueva. Muchas personas cuestionaron la necesidad de construir una acera nueva, aunque el alcalde, el socialista Rogelio Pando, defendió la obra al asegurar que la antigua tenía varias décadas y estaba pisada por varios puntos, al tiempo que la intervención se aprovechó para mejorar varias acometidas.