El grupo de trabajo del avellano marcó ayer el plan de acciones a llevar a cabo durante este año para "parar el proceso de abandono" de este fruto en la comarca. La necesidad de urgir al Ministerio de Agricultura para que certifiquen las cuatro variedades autóctonas del avellano fue uno de los temas que salió a colación en la mesa redonda que tuvo lugar en el Centro de Desarrollo Rural El Prial, impulsada por iniciativa del grupo Gabitu, Coservi y el Ayuntamiento piloñés. La veintena de asistentes coincidió en señalar que este trámite burocrático es esencial "para poder comercializar los plantones en los viveros, ya que la única manera de conseguirlos en la actualidad es por mediación de un productor y las posibilidades de los cosecheros son limitadas", aseguraron. El grupo de trabajo pretende apurar el proceso de homologación para que las variedades Casina, Espinaréu, Amandi y Quirós puedan estar disponibles.

El colectivo, que se reúne el último martes de cada mes para debatir, puso de manifiesto la creciente demanda del fruto para elaborar productos como aceites, nocillas, etcétera, y la escasez de las avellanas en las tiendas locales, "que están empezando a quedar desabastecidas, lo cual parece asegurar la venta en el futuro". Otra de las directrices de trabajo a seguir será estudiar la posibilidad de agrupar la oferta de los cosecheros por zonas como ya se está haciendo en Valle de la Marea gracias a la implicación de juntas vecinales.