La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JAVIER FERNÁNDEZ CONDE | Historiador, presenta hoy un libro | Diálogos orientales

"La rebelión asturiana frente al Islam tuvo motivos económicos"

"Pelayo tenía un poder local y se unió a otros que tampoco querían ser sometidos a la tributación de los invasores"

Javier Fernández Conde. LNE

Francisco Javier Fernández Conde (Pillarno, Asturias, 1937) es un historiador y sacerdote católico español, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, que presenta hoy su libro "Estudios sobre la monarquía asturiana" esta tarde , a las 20.00 horas, en el monasterio de San Pedro de Villanueva, en el municipio de Cangas de Onís.

-¿Por qué surgió el reino de Asturias, al norte de la Península, en un territorio ciertamente recóndito?

-Entre los siglos V y VII en Asturias hay señores locales. Un grupo de ellos se ponen de acuerdo después del año 711, el de la invasión musulmana, y deciden plantar cara al Islam, porque no querían ser sometidos a la tributación, al final son problemas de hacienda. Se organizan primero de manera modesta en Cangas de Onís y Pravia y luego de manera más fuerte en Oviedo. La corte la crea Alfonso II, el rey por excelencia de la monarquía asturiana.

-¿Fueron entonces motivos económicos y no religiosos los que les llevaron a enfrentarse a los musulmanes?

-Asturias era una zona de la península que, como todas periféricas del norte, nunca había estado sometida a la tributación de un estado poderoso, como pudo ser el visigodo. Vienen gentes nuevas, los musulmanes, y quieren someter a cada región. No quitándoles su religión, sino haciendo que paguen el tributo. Todo parece indicar que la razón última fue esa. Habían vivido siempre independientes, con cierta autonomía, y no quieren integrarse en un sistema político más fuerte.

-¿Fue Covadonga la batalla que recrean las crónicas de la época?

-Covadonga no fue una batalla en toda regla, sino una escaramuza, una cosa muy sencilla. Las crónicas hablan de 180.000 musulmanes, pero hay un consenso entre los historiadores de que fue una pequeña escaramuza, un enfrentamiento del caudillo musulmán Alkama con los rebeldes de la zona, no hay que ir más allá.

-¿Y qué hay del rey Pelayo?

-En el libro intento desmitificar un poco a Pelayo y reconstruir la figura de forma razonable, buscando razones de tipo social y económico, que son las que explican los hechos. Quizás el titular de un poder local en la zona de Cangas de Onís, que se juntó con otros poderosos y empezaron la rebelión. Considero una leyenda, una tradición más, la teoría general, recogida en las crónicas, de que llega de Toledo y que el caudillo musulmán, Munuza, quiere casarse con su hermana y por eso él quiere vengarse. Creo que fue un noble que se juntó con varios porque no quería someterse al Islam. Después de la batalla más que rey hablan de caudillo, prínceps, aunque en las crónicas asturianas prínceps y rey son lo mismo.

-¿Conocer la historia pasada puede ayudar a construir una sociedad más rigurosa en cuanto a las creencias y actitudes?

-Sí. En Asturias hay una especie de grandonismo, recogido en dichos como que "Asturias es España y lo demás tierra conquistada". Las cosas en Asturias ocurrieron por razones sociales muy normales. Fue una zona que nunca estuvo sometida y estos hechos pueden ser un pequeño acicate para los tiempos contemporáneos, para tener capacidad e iniciativas suficientes y poder salir adelante. Que no nos saquen castañas del fuego desde afuera.

-¿Qué relevancia tuvo la comarca del Oriente en el periodo recogido en su libro, entre los siglos V y VII?

-Era una zona romanizada, había una ruta que salía hacia Cantabria, era una zona de tránsito. A pesar de que Gigia, Gijón, era la única ciudad que había en Asturias en época romana y en la que se asentó el poder musulmán, no fue allí donde surgió el núcleo de la resistencia. Fue en Cangas de Onís y en la zona oriental de Asturias, lo que da un cierto prestigio y pedigrí a esa zona. Es interesante que la corte que se crea en Cangas de Onís estuviera situada en lo que hoy es el monasterio de San Pedro de Villanueva. Cangas de Onís era un núcleo de caminos, de pasos y vías, y lo demuestra el dolmen de Santa Cruz. Los dólmenes se ponían en cruces de caminos, lo que da idea que era una zona de paso, muy viva, y por eso surgió lo que surgió.

-¿Ve necesaria la presencia del discurso histórico en la conmemoración de los centenarios de la batalla, el parque nacional y la coronación de la Santina del año 2018?

-No conozco el comité que está preparando los actos, pero me parece que el discurso histórico tienen que tenerlo en cuenta si quieren preparar un aniversario, claro que sí. La fecha del año 718 podría admitirse tradicionalmente, a lo mejor habría que ajustarla mejor, aunque no importan cuatro años arriba o abajo. En la actualidad se sitúa en el 718 la reunión de los señores de la zona y se habla del 722 para la fecha de la batalla. Pese a que hay un relativo consenso sobre el tema, hay que tener en cuenta que no había una cronología como la de ahora y las narraciones y crónicas son dispares.

Compartir el artículo

stats