Pasar un rato entretenido y divulgar el mundo del rol y de los juegos de mesa. Con ese objetivo, 32 jóvenes del municipio de Llanes han puesto en marcha el club del rol Mininas Tirith. Echar a volar la imaginación y fomentar la creatividad son las señas de identidad de una actividad que ocupa buena parte del tiempo libre de todos ellos. La primera planta del centro social El Rinconín de Llanes es los fines de semana lugar de reunión de magos, seres mitológicos y vampiros que viajan por todo el mundo y viven multitud de aventuras.
Marco Wilmot, de 19 años, es el máximo responsable del único club de estas características en la comarca. "Empezamos con todo esto hace un año, reuniéndonos en mi casa para jugar a juegos de mesa y de rol. Comprobamos que en Llanes había gente suficiente como para poner en marcha un club de estas características y decidimos intentarlo", explica. Los fines de semana son los días de más actividad en el Rinconín, con continuas actividades alrededor de los tableros.
Entretenerse, dar a conocer las actividades que hacen y fomentar la socialización entre los integrantes del colectivo son las señas de identidad de Mininas Tirith. Wilmot comenzó en el mundo del rol en un club catalán con tan solo 12 años. "De los juegos de rol y de mesa me atrajo siempre la estimulación intelectual que supone su práctica. Es una actividad donde hay que pensar mucho y plantear muchos escenarios posibles para elegir la mejor opción. Te permite, además, meterte en la piel de otras personas y hacer cosas que en el mundo real no podrías hacer", apunta.
El club se divide en varias áreas de actividad. Adolfo Antuña, por ejemplo, es el coordinador de juegos de mesa. "Siempre me ha gustado mucho la estrategia y los juegos de ordenador. Con esa base me introduje en el rol", explica. Manuel Ballesteros, el vicepresidente, asegura que "los juegos de rol enganchan". Oriol Olmos y Tamara Martínez son dos de los miembros fundadores del club. "Lo que más me atrae del rol es la libertad que tienes para hacer lo que quieras", dice Martínez.
Desmentir el aura de violencia con el que muchas personas asocian esta práctica es una de las metas que se han marcado desde Mininas Tirith. "Es falso que en las partidas de rol la violencia sea la tónica. Creemos que es mejor estar aquí, ejercitando la creatividad y la imaginación, que estar en la calle haciendo otras cosas", señalan. A medio y largo plazo intentarán hacer actividades públicas para mostrar lo que hacen. "Si logramos el apoyo de algún otro club con experiencia nos encantaría hacer, en el verano, una partida de rol en vivo", dicen.
