Muchos empezaron porque alguien les regaló un teléfono inteligente o una "táblet" y no sabían cómo utilizarlos y otros acudieron "arrastrados" por amigos o familiares, pero todos están encantados de estar ahora un poco más "conectados" con las nuevas tecnologías.
El telecentro de Colunga impartió el año pasado una formación para mayores de 55 años y ahora aquellos alumnos ayudan a otros vecinos en similares circunstancias a perderles el miedo y sacarles partido.
"Yo qué sabía lo que era un ratón", bromea Javier Cristóbal, a quien convenció Carmen Valle, su mujer, de las bondades de saber manejar la "tablet" que les habían regalado. "De mano me costó trabajo venir", explica el alumno, que resultó ser aventajado, pues quedó primero en el concurso de fotografía digital que convocó el telecentro como estímulo para estos alumnos. El matrimonio ve claras ventajas en saber manejar estos dispositivos.
"Tengo familia en Miami y hablo con ellos a través de las redes sociales, ¡quién me lo iba a decir!, destaca Valle. Ahora esta vecina ayuda a Aurelio Medio, el alumno más longevo del taller, quien pronto cumplirá los 84 años y que también se animó a acudir al telecentro porque le regalaron un móvil de última generación que no sabía manejar. Ahora se defienden, pero reconocen que muchas veces piden ayuda "ya no a los hijos, ¡a los nietos!" para utilizar aplicaciones como el Whatsapp.
Los alumnos de Tania Alonso, la monitora responsable del taller, aseguran que el manejo de las nuevas tecnologías "va a ser una obligación" en poco tiempo, pues trámites como la declaración de Hacienda, la renovación de la documentación o la cita en el médico no tardarán en informatizarse. También le sacan partido a las aplicaciones más de ocio y el trío formado por Valle, Medio y Cristóbal se maravillan con lo que pueden conseguir con un programa de retoque fotográfico digital. "Me quedo con el servicio que me da y, entre otras cosas, permite conocer mundo, aunque no sea más que por foto", defiende la primera.
Mari Carmen Balbín es otra alumna que vio cómo su hijo, residente en Madrid, pudo cambiar de titular un vehículo transportando la documentación en un lápiz de memoria. "Estoy encantada", asegura la vecina sobre el taller al que acude cada lunes y miércoles en el telecentro local. Ni que decir tiene que todos ellos animan a otros mayores de 55 años a engancharse a las nuevas tecnologías para estar más "conectados" y disfrutar de todas sus ventajas.