La vida de los pastores de los Picos de Europa cambió radicalmente desde que les prohibieron hacer el queso en las cabañas. Lo dice Eduardo Díaz Hevia, que lleva 18 años retratando el paisaje y paisanaje de estas montañas. Díaz mostró ayer parte de ese trabajo fotográfico en la Casa de Cultura de Cangas de Onís coincidiendo con la XIX Semana de Montaña del Grupo Peña Santa. Los hermanos José, Mario y Blas González, moradores en Belbín, fueron algunos de los personajes que aparecieron en sus retratos. "Las majadas quedan despobladas y da pena verlas derrumbadas", confesó este vecino de Gijón. "Cuando yo empecé a retratarlos nadie más lo hacía, entrar en su vida era otro mundo, muy duro", dijo. "Fueron los primeros montañeros, atletas que contra viento y marea recorrían sendas increíbles como la de las Traviesas de Sedanis y se convertían en funambulistas para rescatar a sus animales de las peñas", explicó.