El "culebrón" de la residencia de ancianos de Poo de Cabrales parece estar llegando a su fin. El Ayuntamiento aprobó ayer en un pleno la licitación del amueblamiento y la gestión del edificio, cuya construcción empezó en 2009 y concluyó hace cinco años. El alcalde, Francisco González (PP), confía en que la residencia abra por fin sus puertas en mayo o junio de este año. Tendrá 21 plazas, 11 de ellas concertadas con Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA). Ha costado 1,3 millones de euros, de los cuales el 90 por ciento fue aportado por el Principado y el resto, más el solar, la redacción del proyecto y el seguimiento y control de la obra, por el Ayuntamiento.

La residencia de ancianos de Cabrales es un logro vecinal, surgido durante la celebración del Día del Mayos en el concejo, en 2007. Entonces, varios asistentes, entre ellos miembros de la Asociación de Mayores de Cabrales consiguieron arrancar a las autoridades el compromiso de que construirían un asilo. En el otoño de 2009 comenzaron las obras, que atravesaron todo tipo de vicisitudes a causa de la crisis económica, como la quiebra de varias subcontratas y hasta lo que las autoridades consideraron un presunto "sabotaje" por parte de una de esas empresas (la perforación de la tela asfáltica de las terrazas, sobre la que se colocaron las baldosas) que provocó humedades y otros daños importantes en el inmueble.

Las obras acabaron oficialmente en el verano de 2011, con casi un año de retraso sobre las previsiones iniciales, aunque no se recepcionaron hasta 2015. Durante ese tiempo se observaron deficiencias en el edificio que hubo que subsanar. Los 200.000 euros que el Principado había reservado en una partida para amueblar el edificio acabaron desapareciendo. O al menos eso afirmó la Consejería de Bienestar Social cuando, en 2013, cuando las autoridades locales fueron a saber del dinero por segunda vez (la primera había sido en 2011). Varias averías y un temporal de viento que destrozó varias mamparas y un litigio con la adjudicataria completan el galimatías que sufrió la residencia cabraliega.

El Ayuntamiento, tras recepcionar la obra, decidió el año pasado licitar el amueblamiento y la gestión de la residencia de forma conjunta. Será por un plazo de tiempo de entre 10 y 15 años, en principio sin renta y sin precio mínimo, a sobre cerrado. El organismo local decidirá en los próximos días si elabora un reglamento interno, como ayer solicitó el PSOE local, o si lo negocia posteriormente con la adjudicataria. Los socialistas echan en falta cláusulas sociales en el pliego de licitación y que no se especifique el número mínimo de personas que deberán trabajar en el centro.

El Pleno aprobó la cesión de material a la parroquia rural de Santa María de Llas (Arenas), un convenio con la Consejería de Servicios Sociales para la encomienda de gestión de la prestación de ayuda a domicilio y teleasistencia para personas dependientes, exigir a un vecino que deje libre una vía pública en Puertas y las fiestas locales para 2017: San Pedrín, el 1 de agosto, y San Roque, el 16 de agosto.