Cinco jóvenes de entre 15 y 19 años, una actriz nonagenaria y un monitor con ganas de trabajar son los ingredientes del tercer taller audiovisual organizado en Colunga y del que salió "Segunda", el cortometraje que el equipo presentó ayer en la sala Loreto.

Darío Iglesias, Cristian Crespo, Iván Vallina, Victoria Barredo y Pablo García fueron quienes aportaron ideas al "brainstorming" que Francisco Javier Rojo tradujo luego en un guión con una estrella, Concha Rebollar. Esta lastrina de 92 años, que forma parte del grupo de teatro terapéutico local, borda el papel de "Segunda", "una señora que no sabe leer y decide aprender al recibir una carta de su hermana", describe Iglesias. Su compañero, coprotagonista del corto, explica que la anciana se cuela en su instituto -el de Luces- para aprender. Es entonces cuando su personaje decide seguirla hasta su casa, un lugar fantasmagórico.

El argumento está en parte inspirado en la historia real de una anciana que vivía en el entorno del instituto de Luces y a la que veían con frecuencia por el centro. "La historia tiene tres actos diferenciados: cómo la ven ellos, cómo vive ella realmente y el desenlace", plantea Rojo antes de destacar el gran esfuerzo que supuso para todo el equipo el rodaje, pues a los horarios y la disponibilidad de los miembros se añadió un problema informático que hizo desaparecer la grabación. Suerte que su amigo Antón Coto, genio de la tecnología, consiguió recuperar parte y el tesón del equipo hizo el resto. Tanto Iglesias como Crespo ya habían rodado otras veces en las anteriores ediciones del taller audiovisual y describen la experiencia como "muy buena". Al primero le gustaría trabajar en televisión desde la ingeniería de imagen y sonido y el segundo quiere ser actor. "Y vale", añade Rojo, quien cumplirá el deseo de los chavales y presentará el corto en un par de festivales próximamente.

El estreno de ayer estuvo repleto de aplausos y reconocimientos a todo el equipo. A partir de octubre comenzará una cuarta edición del taller audiovisual. Esta actividad forma parte del programa municipal de participación infantil y juvenil en el que también está el taller de títeres y el de música pop.