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Campu San Roque, del prau al asfalto

La intervención humana, según los vecinos, ha dejado irreconocible la zona más alta de Lastres, en la que antes dominaba el verde

un pasado libre de asfalto. La capilla, en una imagen de la primera mitad del siglo XX, todavía sin el restaurante, sin el chalé, sin la antena y sin el asfalto del aparcamiento. REPRODUCCIÓN DE P. M.

Hasta los años sesenta del siglo pasado, el Campu San Roque de Lastres era una enorme extensión verde con la capilla del mismo nombre, construida en el siglo XVII. Si uno quiere hoy puede pisar prau, pero es casi más fácil tocar el asfalto de los aparcamientos y los viales que con el tiempo se han ido construyendo.

Unos hablan de deterioro y otros, como Carlos Manso, de 40 años, prefieren describirlo como una "transformación evidente. Prácticamente está irreconocible, para mi generación y para cualquiera que haya ido a las romerías en los años ochenta". Manso conoció el campo con tres de sus construcciones más emblemáticas: la antena de televisión (conocida en Lastres como "la columna"), el restaurante y el chalé.

La primera se instaló en 1968 gracias a una cesión (gratuita, a cambio de que empleasen a tres de sus socios) que hizo la Cofradía Santa María de Sábada al Estado para la señal de televisión por cincuenta años. Caducará en noviembre de 2018 y la entidad negociará el cobro de un alquiler si las empresas quieren continuar usando la antena. El segundo se construyó a principios de los años setenta y la tercera edificación se levantó en la misma década. Es la única vivienda que se encuentra en el campo junto con la casería que hay en la zona del área recreativa, en la actualidad una vivienda de vacaciones.

La quinta de Manso creció jugando al fútbol en el campo con estos tres símbolos ya en pie, pero sí vio cómo se redujo la zona verde, cómo se cambió el empedrado por el aglomerado y cómo se ensanchó la carretera, además de ampliar el aparcamiento y colocar una fuente.

Estas dos últimas actuaciones fueron ejecutadas por el actual alcalde, el socialista Rogelio Pando, en el anterior mandato. Carlos Manso no entra a juzgar la transformación, pero sí cree que se podía haber intervenido "sin cambiar prau por cemento". El Campu San Roque que él conoció "no se parece en nada al actual" y, a juicio del lastrín, ha cambiado "para peor. Antes había más verde con unas pocas construcciones, ahora hay más urbanización que prau", añade.

El primer acceso que tuvo el campo fue un simple camino de tierra y cuando se construyó el chalé se hizo la primera carretera, más estrecha que la actual. Con el tiempo se construyó otro vial, en este caso para que el camión que recogía la leche en la casería no pasase por el medio del campo y lo deteriorase.

San Roque tuvo, además, el conocido como "Castillo de Lastres", que no era otro que "el fuerte defensivo que se construyó ante los ataques de la escuadra inglesa, que estaba bombardeando el Cantábrico". Lo cuenta Enrique Granda, conocido como "El Sabio", gran conocedor de la historia local. "Tenía tres plantas, abajo estaban los vigías y en la fachada había cuatro cañones", describe "El Sabio", quien trabajó además como administrador para dos de los principales propietarios del campo.

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