Elena Furiase González (Madrid, 1988) protagoniza junto a Raúl Escudero la película "Poveda", que se proyecta hoy, a las 18.00 horas, en el Cine Colón de Cangas de Onís. Es la primogénita de Lolita Flores y nieta de la "Faraona", Lola Flores.
-En "Poveda" interpreta a Pepita Segovia, la primera directora de la Institución Teresiana. ¿Se sintió cómoda?
-Sí porque el texto está bien escrito, el director me ayudó y la describió bien, como una mujer fuerte, reservada y femenina.
-¿Comparte similitudes con su personaje?
-Las dos somos mujeres valientes, fuertes y como ella estaría dispuesta a luchar por lo que quiero, pero quizá yo sea más temperamental e impulsiva.
-¿Se dejará caer por Cangas de Onís para el estreno?
-No puedo pero me encantaría. Mi antigua pareja (el músico ovetense Javier Suárez) era de Asturias e íbamos mucho. De pequeña estuve en Covadonga y me encantó. Asturias es un paraíso.
-¿Fue un hándicap hacer una película religiosa?
-Siempre hay temor porque al público el tema religioso le echa para atrás pero el guión no es ni mucho menos un panfleto cristiano, habla de humanismo, de igualdad. Es apta para todos los públicos, también para ateos.
-¿Es usted creyente?
-Soy cristiana pero no practico. Respeto a la Iglesia y me parece que hace grandes obras, pero hay cosas con las que no estoy de acuerdo, como el celibato o que rechacen el uso del preservativo. Me gusta mucho el Papa Francisco porque es sabio y está acercando a mucha gente a la religión. Ese es el enfoque.
-¿Cómo era Poveda?
-Fue un visionario que aparte de su labor sacerdotal hizo mucho por las mujeres.
-¿Hacen falta más Povedas?
-Lo que hace falta es que la gente tome conciencia de que todos somos iguales, estamos hechos de la misma pasta En muchos países la mujer sigue siendo un cero a la izquierda y hay que acabar con eso. No soy feminista, no me gustan las feministas ni los machistas, creo en la igualdad.
-¿Proyectos?
-Estoy a la espera de una serie, una película y una función de teatro, pero no hay nada concreto.
-¿Con cuál de los tres géneros se queda?
-Tengo pasión por el cine, es el niño mimado pero los demás son muy necesarios.
-Acaba de participar en un capítulo de "Cuéntame como pasó", la serie más longeva de la televisión española. ¿Cómo fue la experiencia?
-Fenomenal. Cuando llegas a una producción que lleva tantos años existe el temor a que no te acojan pero fue todo lo contrario. Me gustaría formar parte del elenco pero Gracia, personaje que enamora a Carlos (Ricardo Gómez) se escribió para un solo capítulo.
-¿Cúando supo que quería ser actriz?
-No lo decidí, es algo que sientes. Llegó solo. Es normal en una familia de artistas, aunque yo de niña quería ser ama de casa o espía. Luego llegó "El Internado", que me marcó. Y mi familia me animó siempre a seguir.
-¿Su apellido la ayuda o la perjudica?
-Me pesa. No abre muchas puertas. He hecho muchas pruebas, muchos casting en los que algunos me han cogido y otros no y agradezco que sea así porque el éxito se saborea de otra manera. Gracias al apellido te conocen, te tienen cariño pero también te miran con lupa, es puro morbo. Estoy orgullosa de la familia de la que provengo.
