Para Raúl Escudero, protagonista de "Poveda", encarnar la figura del sacerdote ha sido "un regalo" que le hizo el director, Pablo Moreno. "Fue un reto y un disfrute muy grande. Meterme en el papel fue fascinante", indicó. De la figura del fundador de la Institución Teresiana destaca "la generosidad, su capacidad de superación y tesón y la fuerza de voluntad, así como la capacidad de aguante para no dar un puñetazo en la mesa tras los palos que le iba dando la vida". Le gustaría que el mensaje que quedara de la película fuera "el de la igualdad y el de la conciliación". Indicó que el rodaje en Asturias fue "una experiencia única. Disfruté mucho. Respirábamos paz en Covadonga. Fueron tres días de rodaje muy intensos", añadió.