"No sabemos qué hacer ni a quién acudir". Así de desesperada se muestra la familia de Silvia Vega, la discapacitada amievense a la que hace tres meses retiraron el transporte para acudir al Centro de Apoyo a la Integración (CAI) de Arriondas.

La familia ha mantenido "infructuosas" reuniones con responsables de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales del Principado para tratar de encontrar una solución al problema de transporte de Vega. "No entendemos por qué tardan tanto en darnos una solución. Lo único que pedimos es que amplíen el servicio de autobús hasta Cien (hasta ahora la llevaba un taxi desde su casa de esa localidad, en Amieva, hasta Tornín, en Cangas, para cogerlo) porque creemos que tiene el mismo derecho a transporte que el resto de los usuarios del centro", manifiestan.

El pasado 1 de marzo enviaron una carta a la Consejera, Pilar Valera, para explicarle la situación "tan injusta" por la que atraviesa Silvia, "que está en casa con depresión por no poder ver a sus amigos", señalan. "No obtuvimos respuesta así que el siguiente paso es redactar, con ayuda de Feaps, que es el único movimiento que nos presta su apoyo en estos momentos, un escrito dirigido al Defensor del Pueblo", apuntan.

Los parientes de Vega afirman que son los recortes de la Fundación Asturiana de Atención y Protección a Personas con Discapacidades y/o Dependencias (Fasad) encargada de gestionar el centro los que los han llevado a esta situación.

"Nos llegaron a sugerir que la bajáramos con el panadero o el frutero", cuentan. La solución de costearse personalmente el transporte tampoco la ven bien "porque es un derecho y porque Silvia no cobra ninguna paga". "Ni el director del centro ni nadie se ha puesto en contacto con nosotros en este tiempo para ver qué tal está Silvia", lamentan.