Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) están investigando los vertidos -supuestamente, aceites- de un colector en la margen derecha del río Güeña a su paso por la ciudad de Cangas de Onís, entre los barrios de La Pedrera y El Lleráu.

Hace escasas fechas los vecinos residentes en esos populosos barrios alertaron de malos olores y enormes manchas en las inmediaciones del paseo fluvial, una zona muy transitada cuando hace buen tiempo y aprovechada por otros para contemplar los numerosos patos en el río Güeña, afluente del Sella. Además, el lugar al cual vierten los residuos está considerado como coto truchero de pesca sin muerte por la Consejería de Recursos Naturales del Principado de Asturias.