El "Proyecto Roble" para luchar contra los incendios forestales a través de la creación de bosques y pastos logra cada vez más amigos. Los últimos en incorporarse han sido los integrantes del grupo de montaña "Picu Pienzu" de Arriondas, que participaron en la plantación de un "bosquete" de robles de unos 4.000 metros cuadrados entre El Pedroso y La Robellada, en el concejo de Onís.
Lo hicieron tutelados por los responsables del proyecto y dieron una nueva dimensión a su amor por la montaña a través de una actividad "muy gratificante y acorde con su sensibilidad ambiental y paisajística", describió Iñaki Aranzeta, de "Proyecto Roble", que agradeció enormemente su colaboración. Bosques como este, añadió Aranzeta, "generan sistemas silvopastorales que, al proporcionar pasto indefinidamente sin necesidad de otras intervenciones como los desbroces, contribuyen a disminuir las quemas ilegales". El que crearon los parragueses forma parte de una red más amplia, enclavada en la denominada "Área Libre de Quemas" de El Pedroso, donde la asociación lleva tiempo trabajando en colaboración con los ganaderos del lugar.
Los sistemas vegetales que proponen "proporcionan alimento (pasto y bellotas) y refugio para el ganado de forma permanente y sin ninguna intervención humana, mientras que constituyen la vegetación más estable ecológicamente y con mayores beneficios ambientales para todos", describe el portavoz. Este bosquete proporcionará un "continuo suministro de pasto y bellotas" y la asociación estima que supondrá "un ahorro de unos 1.000 euros anuales a la administración" si los beneficios que traerá se tuvieran que conseguir "mediante otra alternativa como son los desbroces periódicos". "Proyecto Roble" espera que se vayan sumando otros grupos de montaña y que incluso se animen a hacerlo anualmente, como sucede con los belenes de cumbres.
