La sensación "marina, pero de roca", el sabor "a pedreru" y al verdín que lo impregna encandiló al jurado del IX Campeonato de Asturias de Pinchos y Tapas, que eligió "Bajamar", del cocinero Bruno Lombán, para el tercer puesto. Gijonés de nacimiento, abrió el restaurante "Quince Nudos" en Ribadesella hace cuatro años, los mismos que lleva participando en el certamen regional. En los tres primeros quedó finalista y ahora se ha alzado con un reconocimiento que se suma a la inclusión en la Guía Michelín como establecimiento recomendado y a la final del certamen para elegir la mejor croqueta de España en "Madrid Fusión". Quiere, además, participar en el concurso nacional de pinchos, que se celebrará en el otoño. "Bajamar" lleva una base de "pan soplao", una finísima masa que al hornear se infla, separa las cortezas y queda hueca en el interior. Lombán lo rellenó de un "pil-pil" de "huevas de bacalao y plancton", que se vende para cocinara a la friolera cantidad de 3.000 euros el kilo. Suerte que unos pocos gramos bastan para elaborar cantidad de platos. Sobre el pan lleva una "reducción de interiores de chipirón" y encima un salteado con varias delicias. "Anguila ahumada, un foie marino de hígado de bacalao, sardina marinada en vinagre de sidra y alga codium", enumera Lombán. La obra está terminada con unos hilos de chili y lista para degustar, por ejemplo, con una sidra.
