Si nada se tuerce, este verano se duplicará la población de quebrantahuesos en los Picos de Europa. Cinco pollos de esta especie, que están siendo criados en un centro especializado de Aragón, serán trasladados a Asturias en junios y, posteriormente, serán liberados. Estos ejemplares se unirán a los cinco soltados en años anteriores -"Deva", "Atilano", "Biziele", "Quebrantina y "Esperanza"- y a un sexto, "Casanova", que llegó para quedarse desde los Pirineos.

Los técnicos del proyecto LIFE+ para la recuperación del quebrantahuesos en los Picos han logrado asistir y criar con éxito cinco pollos de esta especie, en peligro de extinción. Según la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), que impulsa el proyecto para reintroducir esta especie en los Picos, donde se extinguió hace medio siglo, este año se han alcanzado dos hitos. Por un lado se ha logrado la eclosión de un embrión procedente de una unidad reproductora que llevaba 25 años sin aportar individuos. Según la FCQ, el hecho es "importante" porque añade "variabilidad al acervo genético nacional de la especie, que actualmente se mantiene solo con el aporte de las 30 unidades reproductoras que consiguen éxito reproductor, de las 70 que lo intentan cada año en el Pirineo central". Por otro lado se ha criado con éxito un ejemplar que nació con un peso muy bajo, de 96 gramos, considerado por los veterinarios al límite de la viabilidad, y que entre otras disfunciones carecía de tono muscular, lo que hacía dificultosa la ingesta natural, por lo que tuvo que ser asistido permanentemente y alimentado por el personal del proyecto LIFE. Tras 25 días de vida, el pollo ya supera los 500 gramos de peso.

Los cinco ejemplares que se crían en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH) del Gobierno de Aragón, ubicado en Pastriz (Zaragoza), proceden de tres huevos -otros dos resultaron inviables- rescatados de nidos de alto riesgo -dos de ellos con puesta doble- y forman parte de las acciones del proyecto europeo "LIFE+ Red Quebrantahuesos 2013-2018", un programa de cooperación interterritorial, que tiene como objetivo la creación de un nuevo núcleo de población en la cordillera Cantábrica.

El primero de los ejemplares nació el 13 de febrero y el último hace solo tres días. Los pollos, a los que se dará nombre antes de la suelta, son criados en aislamiento humano mediante señuelos naturalizados y comportamiento inducido por impronta natural, capacitándolos así para su posterior vida en libertad, según la FCQ.

Una vez que los pollos adquieran un desarrollo adecuado serán trasladados a unas estructuras que simulan nidos, en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, para conseguir su aclimatación en presencia de quebrantahuesos en libertad durante dos meses. Este proceso, denominado "hacking" o crianza campestre, continuará después en los Picos de Europa, a donde los pollos llegarán en junio. Estarán en otra plataforma adaptativa, hasta su liberación definitiva, en el verano.