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El cine regresa a Ribadesella

La instalación, con espacio para 140 vehículos y el proyecto de 80 plazas en grada, celebra una jornada de puertas abiertas

Iván Casanueva -derecha-, empleado del autocine, y su hermano Pablo, junto al proyector cinematográfico. P. M.

Muy contentos por no tener que hacer casi 160 kilómetros para ir al cine a Oviedo y deseando que la cartelera sea variada. Así recibieron ayer muchos riosellanos la inauguración del autocine en la carretera de San Pedro, una instalación única en la comarca, tanto en la modalidad al aire libre como en la convencional. Las opciones más cercanas para ver una película en la gran pantalla eran la capital asturiana o la ciudad cántabra de Torrelavega.

Para cinéfilos como Juan Carlos Devita y Ana Isabel Martínez, vecinos de Ribadesella, la inauguración, mañana, es una estupenda noticia. "Vamos bastante al cine y ahora que van a echar los estrenos aquí, ¿para qué vamos a ir a Oviedo?" comentaron, antes de destacar otra "ventaja, que se paga por coche y no por persona y sale mejor de precio", añadió Martínez. Lo que esta pareja se pregunta es "cada cuánto cambiarán la película" y esperan que sea con suficiente frecuencia.

Con capacidad para unos 140 coches y la previsión de construir para septiembre una grada cubierta en la que entren 80 personas, la de ayer fue la primera jornada de puertas abiertas y se repetirá hoy, de 19.30 a 21.30 horas, para dar a conocer unas instalaciones que tendrán su primera proyección mañana, a las 20.30 horas.

La pantalla, de 18 metros de ancho por 9 de alto, se estrenó con la proyección del último videoclip de los riosellanos "Almatrampa", realizado por el cineasta local Pablo Casanueva. También se proyectó un montaje a base de trailer de películas, vídeos cómicos y la promoción de la orquesta "Panorama", que actuará en la inauguración oficial de este sábado, día 26. Las entradas por coche costarán diez euros -con independencia de las personas que vayan dentro- y sólo se pueden sacar en taquilla, donde el personal facilitará la frecuencia radiofónica que se debe sintonizar para el sonido. También se puede acceder en moto (5 euros) y caminando (3 euros) aunque de momento quien llegue a pie tendrá que ver la película en las terrazas. Esta zona está situada en el extremo de la finca opuesto a la pantalla, donde también se encuentran dos puestos de comida, un quiosco y los servicios. En total unas doce o trece las personas que trabajarán en el autocine, una cantidad que podría variar en función de la mayor o menor afluencia que tenga. También de esta demanda dependerá que las instalaciones estén abiertas todo el año o no, como explicó José Antonio Fernández, el promotor del autocine. "En principio queremos abrir todo el año, pero depende de lo que el público quiera", añadió. Habrá, además de proyecciones cinematográficas, otro tipo de actividades, como la zumba y eventos pensados para niños, como los payasos y la magia.

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