"Recuperar los oficios antiguos y que las tradiciones no se pierdan". Ese es, según la organizadora Esperanza Conde, el objetivo del mercau antiguu "El Trasiegu", que ayer se celebró con gran éxito de participación en la localidad pongueta de Sobrefoz. Ni el cura, ni el madreñero, las mondongueras, las hilanderas, los guardias civiles, el médico o el campamento gitano quiso perderse esta celebración que recrea la sociedad rural de posguerra. "Queremos enseñar a los jóvenes que de una oveja salen unos calcetos o un jersey, que vean todo el proceso desde que se esquila el animal hasta que se hace la prenda", explicó esta vecina, que durante toda la tarde se encargó de elaborar café "de manga".

Los visitantes también pudieron comprobar de primera mano todo el proceso de elaboración de productos como el queso Los Beyos, desde que se ordeña la vaca hasta que llega a la mesa. "De aquella no había ni lavadora, las cosas cambiaron mucho", señalaron los asistentes.