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Cabrales rebosa ingenio

El Colegio Las Arenas celebra una feria de inventores, con artilugios como una incubadora en un microondas y un sismógrafo hecho con una botella y un rotulador

Sobre estas líneas, a la izquierda, Adriana Torre, Ainhoa Vallines, Tania Sánchez y la profesora Covadonga Mijares; a la derecha, Belén García, Shelenne Rey, Guadalupe Cotera y Llara Thompson, con el sismógrafo. EMILIO G. CEA

Nada mejor que ponerse en la piel de los inventores que a lo largo de la historia se han esforzado por crear todo tipo de artilugios que mejoren la vida de las personas para comprender la importancia de su trabajo. Con ese objetivo, el Colegio Público Las Arenas, de Cabrales, ha organizado una feria de inventores, en la que la comunidad educativa ha mostrado el trabajo que, en forma de proyecto educativo con los inventos como telón de fondo, se ha llevado a cabo durante el último trimestre. Una incubadora para pollos con los restos de un viejo microondas, juegos, o sismógrafos son algunos de los inventos que escolares y padres han ideado durante los últimos meses. La feria se complementó con charlas de inventores reales llegados desde todos los lugares de la región, o la visita a la moderna quesería La Vega de Tordín.

La directora del centro educativo cabraliego, Susana Monteserín, subrayó la importancia de este tipo de iniciativas "para motivar a los alumnos y trabajar con todos ellos de manera diferente para que se involucren en el trabajo por proyectos". Adriana de la Torre, Ainhoa Vallines y Tania Sánchez junto a varios de sus compañeros del curso de sexto curso de Primaria crearon para la feria varios juegos con circuitos eléctricos con los que aprender geografía, perfumes con olor a lavanda, romero y laurel, o un "frisbee". "Ha sido una forma original de conocer el trabajo realizado por los inventores", señalaron las escolares.

Miguel Mier, padre del pequeño Martín, del curso de Infantil de 5 años, fue una de las estrellas de la feria. Mier ha transformado un viejo microondas en una incubadora en cuyo interior, hace tan solo unos días, han nacido tres polluelos. El invento ha dejado boquiabiertos a los escolares cabraliegos. Mier instaló en el microondas un termostato digital que mantiene una temperatura de entre 37,6 y 37,7 grados, la ideal para que los polluelos puedan romper el cascarón. Un trozo de esponja incrustado en la parte inferior del plato del microondas sirve para que los huevos cambien de posición cada tres horas durante el proceso de incubación. La incubadora cuenta también con un sistema de refrigeración para que la humedad sea la adecuada. "Se me ocurrió hacerlo porque siempre he tenido gallinas. El resultado son tres pollitos muy espabilados que muy pronto se juntarán con sus hermanos, nacidos de manera natural en Bulnes", señaló Mier.

Belén García, Shelenne Rey, Guadalupe Cotera y Llara Thompson han creado en la asignatura de Ciencias de la Naturaleza un sismógrafo con una botella, un rotulador que marca los movimientos, piedras y cuerdas. "Hemos aprendido muchas cosas gracias a este proyecto", aseguraron. La docente Covadonga Linares destacó lo positivo de este tipo de iniciativas para que sus alumnos aprendan de manera práctica.

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